Siguiendo los acuerdos del Segundo Congreso de Bilbao, el PSOE se presentó a las elecciones generales obteniendo 5.000 votos
A él acudieron 23 agrupaciones (11 de la provincia de Barcelona -Barcelona, Gràcia, Mataró, Sant Joan de Vilassar, Caldes de Montbui, Roda, Manlleu, Torelló, Manresa, Oles y, Vilanova y la Geltrú, Tarragona, Valencia y Játiva, Málaga y Vélez-Málaga, Linares y Jaén, las vizcaínas de Bilbao, La Arboleda y Las Carreras, la de Burgos y la agrupación de Madrid).
Con el sufragio universal masculino recién aprobado (ley electoral de Sagasta de 26 de junio de 1890), el principal punto de discusión fue la participación electoral del partido. El Comité Nacional recomendó la inscripción en las listas del censo, y así fue aprobado por el Congreso para la participación en las elecciones generales del 1 de febrero de 1891. Serían electores todos aquellos varones mayores de 25 años que no se hallasen incapacitados y que estuviesen inscritos en el citado censo. Para lograr una mayor movilización de los trabajadores el PSOE utilizó “El Socialista” como instrumento de agitación, llegando a publicar el 23 de enero de 1891, una semana antes de las elecciones, un artículo titulado “Instrucciones electorales”. Además de aclarar quien tenía derecho al voto, se recordaba la prohibición de entrar al colegio con armas, palos, bastón ni paraguas a no ser que fueran necesarios como apoyo. Quedaba también prohibido votar dos o más veces o se tomar nombre ajeno para votar llegando a ser multados con penas de 125 a 2.500 pesetas.
Para ser identificado a la hora de la votación bastaría la célula personal y si se careciese de ella valdría la identificación por parte de testigos, que siendo favorable avalaría la admisión del voto. Llama hoy la atención la posibilidad de borrar en las papeletas con tinta o lápiz los nombres que se quiera y sustituirlos con otros manuscritos, siendo tenidos en cuenta los seis primeros de la lista.
Finalmente fueron presentadas 24 candidaturas, en las que Pablo Iglesias formaba parte de 6 de ellas. La propaganda se centró en las circunscripciones de Madrid, Barcelona, Valencia, Burgos y Málaga (con un total de 15 candidatos), Bilbao y Guadalajara como capitales de provincia así como en siete distritos de Barcelona, Bilbao y Alicante. El resultado final supuso cerca de 5.000 votos para las candidaturas socialistas (1.349 para Pablo Iglesias en Madrid, y similares resultados en Barcelona y Bilbao), que, aunque de siendo un resultado escaso, sirvió como reclamo para futuros partidarios.