Berrocal García, Vicente
Cargo: Afiliado Juventudes Socialistas de Alcuéscar (Cáceres)
Nacimiento: 1909, Alcuéscar, provincia de Cáceres
Fallecimiento 1977, Alcuéscar, provincia de Cáceres
Biografía:
Nacido en el seno de una familia de gente dedicada a actividades agrícolas, fue hijo de Benito Berrocal Javier y de Petra García Caballero. Su padre fue uno de los precursores de los ideales socialistas desde principios del siglo XX cuando se crea en Alcuéscar la denominada Liga Anticaciques que era una asociación cuyos fines principales eran dignificar la vida de los jornaleros en una localidad de profundas diferencias sociales debido a la acumulación de la riqueza en manos de unos cuantos grandes propietarios, siendo estos los que decidían los destinos de la mayor parte de la población que se tenía que doblegar a sus designios para poder llevar un trozo de pan a su casa con el que poder dar de comer a sus hijos. Para mejorar las condiciones de vida de los jornaleros, estos socialistas utópicos, propugnaban la reforma agraria integral a través de la incautación de tierras a los caciques locales para ser trabajadas por los que no tenían nada, solo sus manos.
Vicente Berrocal se cría en una familia donde es el hijo mayor de la prole de Benito y Petra, solo tiene una hermana Francisca y otros cuatro hermanos; Julián, Juan, Fructuoso y Manuel. Por tanto desde su más tierna infancia tiene que iniciarse en el trabajo en el campo junto a su padre; cava las viñas y olivares, coger aceituna, sacar la corcha, etc. Al mismo tiempo se inicia en el aprendizaje de la lectura y la escritura a nivel muy básico y empieza a tomar conciencia de que existen otras formas de organización social más justas, donde los derechos de los trabajadores sean el eje principal de las relaciones entre las personas. Este ideal socialista había sido heredado de su padre Benito Berrocal, un hombre que siempre pensó que el conocimiento y la formación cultural de los trabajadores eran las armas principales para poder mejorar sus condiciones de vida. Benito, en las tórridas noches de verano en Alcuéscar, se dedicaba a leer libros en la calle a sus convecinos del barrio del Pocito, cuando llegaba una hora determinada suspendía la lectura hasta la noche próxima. También era aficionado al teatro y había formado parte de una compañía que se había creado en el pueblo, siendo de los pocos vecinos del barrio jornalero del Pocito que sabia leer y escribir correctamente. Siempre fue un hombre preocupado por la cultura, siendo esta preocupación una de las principales seña de identidad que hemos heredado sus descendientes. Ideales de los que fueron depositarios sus hijos, sobre todo Vicente que era el mayor.
Vicente Berrocal participa en 1932 en la creación de las Juventudes Socialistas en Alcuéscar en compañía de otros vecinos y amigos de diferentes profesiones desde sastres hasta jornaleros, en el acto de creación de esta organización acaecida el día 19 de julio de 1932 en la sede que las Juventudes Socialistas de Alcuéscar tenían en la calle de la Fragua, Nº14 se nombra presidente a Leandro Moreno Jaén y vicepresidente a Gerardo Rosco Chamorro, también son nombrados para los distintos cargos: Eusebio Gaspar Romo como secretario, Diego Díaz Higuero como vicesecretario, Benito Pavón Cobo como tesorero, Fernando Puerto Chamorro como contador, así mismo son nombrados tres vocales de la Asociación que eran Valentín Molano, Fernando Guerra Encinas y Vicente Berrocal García.. Se dedican a fomentar la cultura entre los jornaleros y desheredados del pueblo en forma de clases nocturnas para aprender a leer y escribir, fomentan la ocupación de fincas improductivas en manos de los grandes latifundistas, divulgan los ideales de justicia e igualdad del socialismo entre sus convecinos y participan en todas las protestas que se organizan contra la situación de los trabajadores en una población donde la posesión de la tierra era sinónimo de dominio social, político y económico. Estas actividades, revolucionarias para Alcuéscar y para su tiempo, serán una constante durante todo el periodo republicano, hasta el trágico desenlace de esta experiencia en el verano de 1936.
Llegada la Guerra Civil, una vez que se produce el alzamiento, Vicente es detenido y llevado a prisión, pasando a engrosar la lista de posibles fusilados por los falangistas del pueblo que cada madrugada hacían una saca de presos para pasearlos por las cunetas y puentes del entorno. Lugares donde terminaron sus días muchos de los antiguos compañeros de Vicente, la represión en Alcuéscar fue brutal como ha puesto de relieve unánimemente la historiografía especializada en este tema. Una tragedia para la familia de Vicente, cuya madre Petra y su única hermana Francisca, acudían cada mañana para interesarse si habían fusilado a su hijo y hermano. Pasado un tiempo en que cesan los fusilamientos indiscriminados, Vicente es ingresado en el Penal de San Pedro de Cardeña en Burgos, donde pasa en torno a dos años de trabajo forzados en condiciones de extrema penosidad. Liberado de este campo de concentración, vuelve al pueblo y se inicia de nuevo en su trabajo de jornalero, se casa con María Meneses con la que compartiría el resto de su vida y viendo que se siente discriminado por los caciques locales debido a su historial político y presidiario, se inicia en el oficio de churrero, actividad que desempeñó, con especial esmero, durante muchos años hasta su jubilación. Tuvo tres hijos: Benito, Agustín y Miguel, siempre fue un hombre de ideales izquierdistas con un fino sentido del humor del que pudimos disfrutar aquellos que le conocimos. Esta forma de concebir el mundo le acompañó hasta su muerte en Alcuéscar en los inicios de la transición democrática. Fue de los españoles que respiraron fuerte y hondo y con felicidad el día que murió Franco en 1975, para él la pesadilla iniciada el fatídico 18 de Julio de 1936 había terminado.
Según señala el historiador y autor de este perfil biográfico, Fernando Jiménez Berrocal, su tío, Vicente Berrocal García, de la familia de los Pífanios de Alcuéscar, tuvo una importante virtud a lo largo de su vida. Siempre fue un hombre bueno y bondadoso, que trató de vivir fiel a sus ideales de justicia y solidaridad para con los más deprimidos.
Fotografía: Archivo fotográfico FPI
Fuentes:
perfil biográfico de su sobrino, Fernando Jiménez Berrocal.
[Fernando Ayala Vicente]