Martínez de Ubago Oquendo, Vicente

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Martínez de Ubago Oquendo, Vicente

Cargo: Afiliado Agrupación Socialista de Pamplona (Navarra)

Nacimiento: 30/8/1898, Mondragón, provincia de Guipúzcoa

Fallecimiento 1952, [?] República Dominicana

Biografía:

Periodista. Hijo de Eduardo Martínez de Ubago Lizarraga, se trasladó al año de nacer a Pamplona, donde estudió el bachillerato. Después se licenció en Derecho. Colaboró desde muy temprano en la prensa pamplonesa. Así, en el núm. 5 del semanario regional Iruña (1-VII-1917). Entonces estaba ya próximo a las ideas socialistas y, cuando reapareció el órgano de la Juventud Socialista Renovación, publicó un artículo, “Breve divulgación socialista” en el número del 1 de noviembre de 1919. A finales de 1920, con 22 años, participó en la campaña de mítines organizada en veintitrés localidades navarra por la Federación Local de Sociedades Obreras de Pamplona. Asimismo dio cuenta de ello en dos artículos en El Socialista, “Labor de propaganda. La situación social en navarra”, y «Propaganda socialista en Navarra”. En ellos criticaba el caciquismo reinante en el agro navarro, y señaló que “la propaganda en Navarra reviste caracteres de cruzada”, porque lo que se sabía del programa socialista sólo era conocido por los periódicos derechistas, que acusaban a los socialistas de “bolcheviques rojos”. No obstante, trazaba un panorama esperanzador para las ideas socialistas y para la asociación obrera en esa provincia y señalaba:

Para esta labor de construcción se necesitan convencidos en las verdaderas doctrinas socialistas, y para ello la labor de principio ha de nacer en la Agrupación Socialista de Pamplona para extenderse a la mayor parte de pueblos posible de cada uno de los distritos, empezando por el de la capital, que es importantísimo por abarcar un inmenso territorio fronterizo virgen todavía de las enseñanzas socialistas, siguiendo después Aoiz, Tafalla, Estella y Tudela.
Una vez establecida en Pamplona una Junta provincial de Propaganda, la labor debe ser secundada por un periódico regional que podrá llevar vida próspera en cuanto se intensifique la labor ya comenzada…
Además, tengo entendido que pronto se reforzará la labor de propaganda con los estudiantes socialistas de Madrid, entre los que hay jóvenes navarros de tanto valor como entusiasmo.
¡Obreros socialistas navarros!: todo depende de vuestra voluntad!

De todos modos, su adscripción socialista no fue óbice para que colaborara con publicaciones y organizaciones de signo católico. A finales de 1922 y enero de 1923 publicó en La Acción Social Navarra una serie de artículos, “El ahorro bajo el punto de vista puramente económico”, con el objeto de que se subsanasen los defectos que tenía la Caja de Ahorros de Navarra. El 8 de febrero de 1923, por iniciativa suya, dio una conferencia al Centro de Sindicatos Libres de Pamplona. Después escribió en el periódico filonacionalista vasco La Voz de Navarra y en Vida Vasca. Fue uno de los colaboradores del primer número de Vida Navarra (enero de 1933). Al igual que su padre abandonó las filas del PSOE, pues hacia 1931 ingresó en el Partido Republicano Autónomo y en septiembre de 1931 fue secretario de la agrupación municipal de Pamplona del Partido Republicano Federal de Navarra. En abril de 1932 se opuso abiertamente al Estatuto Vasco de las Gestoras, por considerar que su aprobación significaría el fortalecimiento de las derechas en el país vasco-navarro. Unos meses después, el 1 de octubre, fue nombrado vocal del nuevo comité del Partido Republicano Radical Socialista. El 18 de enero de 1933 intervino en Estella en un mitin que fue interrumpido por los nacionalistas vascos. Más tarde ingresó en Unión Republicana. Durante esos años hizo gala de su preocupación por la clase trabajadora. En marzo de 1935 se interesó en la defensa de un obrero en paro, y el 11 de enero de 1936, en representación de Unión Republicana, participó en las Escuelas de San Francisco en el mitin pro-Amnistía de los presos organizado por la Alianza de Socorros. Al iniciarse la guerra pasó a la zona republicana. En octubre de 1937 fue nombrado juez de Primera Instancia e Instrucción interino de Fraga, plaza que había quedado vacante por renuncia de su titular, y después de Pego (Alicante). Estuvo en el campo de Albatera, donde, como a los demás prisioneros pertenecientes a las clases elevadas, se le encomendó la limpieza de las letrinas para humillarlo. Posteriormente cumplió condena en la cárcel provincial de Pamplona. En diciembre de 1951 se trasladó a la República Dominicana con su mujer y su hijo falleciendo a los pocos meses de su llegada.

Fuentes:

El exilio republicano navarro de 1939, Coordinador Ángel García-Sanz Marcotegui, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2001, pp. 501-509; Familia Martínez de Ubago