García Birlán, Antonio

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García Birlán, Antonio

Nacimiento: 27/3/1892, Pinos Puentes, provincia de Granada

Fallecimiento 20/6/1984, Barcelona, provincia de Barcelona

Biografía: [otras fuentes señalan Fuente Vaqueros, 26 de mayo de 1891 o 1889] Intelectual y publicista anarquista. Maestro racionalista, abandona la profesión para dedicarse al periodismo y a la propaganda libertaria. Para ganarse la vida, recurre a trabajos de traductor. En ocasiones, pone asimismo en práctica sus conocimientos como traductor y corrector de estilo para las publicaciones de las editoriales libertarias. Muy conocido con el seudónimo de «Dionysios», a veces escrito «Dionysos», «Dyonisos» o «Dionisyos». También utiliza los alias «J. Barco», «Julio Barco», «Pío Ayala», «Denis», «Fabio», etc.
Hacia 1912 o 1915 ejercía como maestro en una escuela obrera en Castro del Río, aunque también trabajaba como carpintero y campesino. Igualmente por esas fechas se le sitúa en Serrallonga, en donde era un habitual del Centro barcelonés. En 1919 asiste al Congreso del Teatro de la Comedia y pronto se destaca en los medios periodísticos libertarios: en
1924 en Barcelona inicia y dirige el semanario de filosofía Revista Nueva y en 1930 Mañana. Con Revista Nueva, Dionysios recoge la tradición de las publicaciones decimonónicas de carácter cultural y sociológico como Acracia y Ciencia Social, que habían estado en manos de pensadores como Anselmo Lorenzo o Fernando Tárrida del Mármol. No obstante, intenta ir más allá: propone una renovación de los contenidos que tradicionalmente se habían planteado en las publicaciones ácratas y presenta un nuevo escenario sobre el que formular un anarquismo abierto a las nuevas ideas libertarias, con una concepción de las artes, la literatura, la sociología o la filosofía de carácter humanista y flexible, en el que no quepan los rígidos dogmatismos o la estrechez de miras. En la revista tienen cabida, por lo tanto, teóricos de renombre dentro del anarquismo, pero también autores de vanguardia que experimentan con nuevas formas de expresión o diferentes temáticas. Entre aquellos que tendrán un espacio en Revista Nueva se pueden encontrar a Guyau, Ramón M. Llorente, Maurice Maeterlinck, Ricardo Mella, Masferrer, Margarita Parvitt, Rudolf Rocker, Oscar Wilde, etc. La iniciativa, sin embargo, no tiene la acogida deseada y algunos sectores anarquistas la critican severamente, entre ellos incluso un bohemio con aires de subversivo como Felipe Alaiz, generalmente abierto en cuestiones intelectuales.
A partir de entonces, se convierte en asiduo colaborador de la prensa libertaria. Miembro de los equipos de redacción y de administración de las publicaciones más notables y, asimismo, fundador e impulsor de revistas, periódicos y editoriales. Trabajará en Solidaridad Obrera, durante el tiempo en que Pestaña está al frente del diario (1917-1919), y formará parte del importante grupo editor de Tierra y Libertad y Editorial Tierra y Libertad (ETYL) en la República y la guerra. Colabora y en algún momento entre 1930 y 1931 dirige el periódico Acción, órgano de los sindicalistas del grupo « Solidaridad» que se dedica a contrarrestar la influencia faísta.
Tendrá además una presencia significativa en medios sindicales, aunque Juan García Oliver lo encuadra entre los «antisindicalistas», aquellos que nunca fueron obreros, se dedicaban a difusas ocupaciones y, por lo tanto, desconocían el trabajo del sindicato, ejerciendo de anarquistas en los grupos y en la FAI. No obstante, al margen de las consideraciones de García Oliver —y de otros contemporáneos que rechazan que fuera cenetista hasta el periodo de la guerra—, lo cierto es que entre 1927 y 1929 fue miembro del Comité Nacional clandestino de la CNT que presidía Juan Peiró, radicado en Mataró. Más aún, también en 1929 representa a la CNT en el Congreso de la AIT que se celebra en Lieja.
Miembro destacado de la FAI, en el periodo republicano ejerce activamente su faceta de publicista, enfrascado en la divulgación de obras de carácter doctrinal. Trabaja en las Ediciones Culturales Iberia y con el título de «Aspectos sociales de la humanidad» edita una serie de volúmenes que agrupan textos, en su mayoría de teóricos clásicos anarquistas o afines, que él mismo se ocupa de adaptar y traducir. Los temas son variados, desde cuestiones relativas a los movimientos ideológicos hasta asuntos relacionados con la familia o la naturaleza, pero todos tienen un carácter político y de adoctrinamiento.
Empezada la Guerra Civil, junto con Diego Abad de Santillán representa a la FAI en el Consejo de Economía de Cataluña, constituido el 11 de agosto de 1936, y un mes más tarde, el 26 de septiembre, entra a formar parte del Gobierno de la Generalidad de Cataluña presidido por Josep Tarradellas. En el Consejo de Economía se encargó de la prensa y el papel, y en el Gobierno catalán asumió la Consejería de Sanidad y Asistencia Social, que desarrolló la primera disposición sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
Sus quehaceres en los organismos políticos no le hacen descuidar su labor en la prensa. Desde julio de 1936 dirige La Vanguardia, ahora publicación libertaria. A finales de 1937 se involucra también activamente en la iniciativa del Comité Peninsular de la FAI de crear una «Editorial Unificada del Movimiento Libertario de España», que presumiblemente solucionaría un problema con el que llevaban lidiando los comités de la CNT y de la FAI (pero sobre todo este último) desde hacía tiempo: la dispersión ideológica en la prensa anarquista. Con la aparición de una editorial única se conseguiría la centralización de la propaganda, que quedaría sujeta a las directrices marcadas por los comités, en estos momentos interesados por imponer el discurso del gubernamentalismo. A lo largo de 1938 y como representante de la FAI, Dionysios formará parte, junto a otros delegados, del Peninsular y de la CNT de un consejo de redacción que se encargará de poner en marcha y organizar la nueva editorial., que se llamó finalmente Editorial Tierra y Libertad o ETYL. El proyecto fracasó en gran parte y la ETYL no llegó a tener un órgano periódico, ya que las regionales se negaron a ceder el control de sus portavoces. Se optó entonces por concentrar los esfuerzos en las ediciones de libros dedicados fundamentalmente a obras de carácter doctrinal y teórico. La ETYL gozó de amplios recursos y emprendió ambiciosas iniciativas, con Dionysios al frente con el cargo de director.
Su labor en la editorial única demuestra su participación no sólo en asuntos meramente periodísticos, sino también en cuestiones políticas relativas a polémicas muy delicadas y virulentas en el seno de las organizaciones libertarias, como lo fue el colaboracionismo. A finales de 1938, junto con Federica Montseny y Diego Abad de Santillán, integrará una comisión que se reunirá con Azaña para pedirle que propiciara un cambio político y de gobierno que prescindiera de Juan Negrín.
Finalizada la guerra, se exilia en Francia y sigue con su actividad política cuando en 1939 fue miembro del Consejo General del Movimiento Libertario que se crea en París. Igualmente, mantiene su interés por las cuestiones doctrinales y publicísticas y propone a Pedro Herrera continuar la labor de la ETYL en Barcelona creando una nueva editorial. En Toulouse dirigió Tiempos Nuevos y Cenit, y estuvo en el equipo de redacción de Solidaridad Obrera y en la administración de CNT. Para poder salir adelante, trabajó como corrector en Larousse.
En 1966 emigró a Argentina, donde lleva a cabo una importante labor editorial. Siempre estuvo muy cercano a Hermoso Plaja y a su compañera Carmen Paredes, con quienes mantuvo una correspondencia que duró toda la vida. Pudo contar con su apoyo desde los tiempos de Revista Nueva, que en cierto modo intentaría continuar o emular Plaja con su editorial Hoy, y ambos trabajaron juntos en empresas editoriales comerciales. Por el momento, Dionysios vuelve a colaborar con la familia Plaja-Paredes realizando eventuales trabajos de corrección para sus ediciones. Pese a que el exilio les separa —Plaja se encuentra en México— todavía piensan en renovar su antigua cooperación a su vuelta a España. Comparten además la compulsión coleccionista de libros: Dionysios perdió su magnífica biblioteca sobre temática libertaria al abandonar su casa en 1939.
Finalmente, volverá a Barcelona en 1983. Pese a lo mucho que publicó, quedaron inéditos la mayoría de sus trabajos, aunque su aportación a la literatura libertaria es muy notable y destacó como intelectual entre sus contemporáneos. Influido por Nietzsche, Kierkegaard, Berdjaev o Tolstoi, admiraba también a Unamuno y a Pérez Galdós. Parte de su legado es sin duda su labor como traductor de autores libertarios y no libertarios que enriqueció sin duda los catálogos de las editoriales anarquistas.

Dirigió: Revista Nueva (Barcelona, 1924-1925), Mañana (Barcelona,
1930), Acción (Barcelona, 1931?), La Vanguardia (Barcelona, 1936-1939), Tiempos Nuevos (Toulouse-París, 1945-1946). Publicó artículos suyos en: Liberación (Elche, 1912), Cultura y Libertad (Ferrol, 1913), Germinal (Tarrasa, 1913), El Obrero Moderno (Igualada 1917), Almanaque de Tierra y Libertad (Barcelona, 1921), Revue Internationale Anarchiste (París, 1924-1925), Vértice (1925), ¡Despertad! (Vigo, 1928), Floreal (Barcelona, 1928-1930), La Revista Blanca (Barcelona, 1923-1936), Revista Única (Ohio, 1928), Tierra y Libertad (Barcelona, preguerra), Timón (Barcelona, 1938), Solidaridad Obrera (Barcelona y Gijón), Tiempos Nuevos (Toulouse-París, 1945-1946), Solidaridad Obrera (París, 1949), Cenit (Toulouse-París), CNT (Toulouse), Tierra y Libertad (México), Tierra y Libertad (posfranquismo), etc. Es autor de: ¡A la lucha! (Sevilla, 1916), Resultados de la guerra (Barcelona, 1919), Comunismo (Puente Genil, 1925), Esbozos de ideas (Barcelona, s.f.), Sabor de ceniza (Barcelona, s.f.), etc. Su labor como recopilador de textos se tradujo en la publicación de diferentes antologías prologadas por él mismo, entre otras: El anarquismo. Sus orígenes, sus doctrinas, sus objetivos (Barcelona/Madrid, 1934), El amor y la amistad (París, 1954), Cultura y civilización (París, 1954), La Historia (París, 1955), La Libertad (París, 1955), y otras publicadas en París y Buenos Aires en 1954: Ciencia y filosofía, Cultura y civilización, El amor y la amistad, El Estado, la patria y la nación, El hombre y la mujer, Pueblos y razas, etc. [RNC]

Bibliografía
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