Kent Siano, Victoria

Archivo

Kent Siano, Victoria

Nacimiento: 3/3/1892, Málaga, provincia de Málaga

Fallecimiento 1987, Nueva York (Estados Unidos)

Biografía:

Nació en el barrio artesanal y comerciante de La Victoria, Málaga, el 3 de marzo de 1892. Su padre, José Kent Román, fue un comerciante de tejidos de ascendencia inglesa, y su madre, María Siano González, un ama de casa instruida y descendiente de italianos. Del matrimonio nacieron siete hijos y fue su madre quien la instruyó en las primeras letras y quien la formó en la idea de la cultura como instrumento de conocimiento y de avance social que contribuía a la liberación de la mujer. Accedió sin dificultades a la carrera de Magisterio en 1906. En junio de 1909 era ya maestra de enseñanza elemental y dos años más tardes de enseñanza superior. Las malagueñas Belén Sárraga y Suceso Luengo le proporcionaron los dos ejes sobre los que discurrió más tarde su dedicación política: el movimiento obrero y el mundo intelectual.
Vivió en un ambiente liberal en su ciudad natal hasta 1916, año en que marchó a Madrid. Gracias a la insistencia de su madre y a los contactos de su familia con miembros de la Institución Libre de Enseñanza, pudo instalarse en la Residencia de Señoritas. Antes de comenzar sus estudios de Derecho en la Universidad Central, tuvo que cursar el Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros (1917-1919), al que trasladó su expediente académico desde Málaga. Compaginó sus estudios con el trabajo como bibliotecaria en la Residencia, centro en el que recibió la influencia de María de Maeztu y también de intelectuales y escritores como García Lorca, Alberti, Alcalá-Zamora, Gómez de la Serna y otros. Se afilió a la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, creada por la empresaria María Espinosa de los Monteros, a la que pertenecían otras mujeres adelantadas a su época, y también al Lyceum Club, un centro cultural que incluyó entre sus objetivos la emancipación femenina. Igualmente formó parte de la Liga de los Derechos del Hombre, presidida por Miguel de Unamuno.
Fue la primera mujer que se colegió en Madrid (1925) y no tardó en tener su primera intervención como abogada defensora. Se ocupó especialmente de causas relacionadas con el movimiento obrero y promocionó las iniciativas que fomentaran la cobertura social de los trabajadores. Fue también la primera que, en 1930, hizo una defensa ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina, concretamente a su maestro Álvaro de Albornoz, miembro del Comité Revolucionario Republicano, detenido y procesado junto con otros miembros del Gobierno provisional de la II República, a raíz de la sublevación de Jaca.
Colaboró en la prensa, especialmente desde 1925 a 1934, en los diarios El Sol, Política Social, La Voz, Ahora y El Liberal de Bilbao, y sus artículos trataron sobre la defensa del niño, del obrero, de la mujer y del preso.
Afiliada al Partido Radical Socialista, en 1931 fue elegida diputada por Madrid de las Cortes Constituyentes y designada personalmente por el presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora, como directora general de Prisiones, cargo que desempeñó hasta que dimitió en 1932 y en el que realizó una tarea sin precedentes, en cuanto al tratamiento al delincuente y la mejora de las condiciones carcelarias. Con motivo de los debates parlamentarios sobre la concesión del sufragio femenino, se posicionó en contra de otorgarlo de forma inmediata, argumentando que la mujer española carecía de la suficiente preparación social y política como para votar responsablemente. Esto le acarreó, al parecer, cierta impopularidad, y su consecuencia fue no salir elegida en las elecciones de 1933. Desde 1932 hasta el otoño de 1933 vivió de su acta de diputada, volcada en labores de propaganda y en impartir conferencias y mítines por toda España.
En los comicios de febrero de 1936, Victoria Kent recuperó su acta de diputada por la provincia de Jaén en las listas de Izquierda Republicana. Durante la Guerra Civil dirigió la Junta Nacional de Protección de Huérfanos de los Combatientes Muertos por la República y participó en la Asociación de Mujeres Antifascistas. El Gobierno de la República la envió a Francia como primera secretaria de la Embajada en París, donde permaneció hasta el final de la guerra (1937-1939). En esos momentos se ocupó de la salida de los refugiados españoles hacia América y fue sorprendida por los nazis cuando ocuparon Paris en junio de 1940. Victoria se refugió en la Embajada mexicana durante un año, al estar su nombre incluido en la lista negra entregada por la policía franquista al Gobierno de Vichy. La Cruz Roja le proporcionó un apartamento donde vivió hasta la liberación con el nombre falso de «Madame Duval», tiempo en el que escribió Cuatro años en París, novela autobiográfica narrada en tercera persona que cuenta sus experiencias en la capital francesa como persona oculta, al tiempo que reflexiona sobre el pasado. Fue condecorada con la Cruz de Lorena que le otorgaron las mujeres de la resistencia y creó la Unión de Intelectuales Españoles con un grupo de exiliados entre los que se hallaba Picasso.
En 1948 marchó a México, donde impartió clases de Derecho Penal en la Universidad y fundó la Escuela de Capacitación para el Personal de Prisiones, de la que fue directora durante dos años. En 1950 fue nombrada profesora de la Cátedra de Sistemas e Instituciones Penitenciarias de la Universidad Nacional Autónoma y colaboradora de la editorial Fondo de Cultura Económica.
En 1950 se trasladó provisionalmente a Nueva York para colaborar en el Departamento de Asuntos Sociales de la ONU y en 1952 se instaló en esta ciudad definitivamente al ser reclamada como consejera del Gobierno republicano ante la ONU. Tras abandonar su cargo de embajadora oficiosa de la República en septiembre de 1954, se concentró en la puesta en marcha de un servicio de noticias y en la creación de una revista. Consiguió financiación de los exiliados españoles y de su amiga norteamericana Louise Crane, y logró fundar y dirigir la revista Ibérica, que comenzó a publicarse en 1954, con periodicidad mensual, hasta su último número en diciembre de 1974. Se trataba de una iniciativa modesta, una edición de unas doce páginas en blanco y negro a tamaño folio, que pretendía cumplir una función informativa sobre las dictaduras de Franco y Salazar, con una explícita actitud denunciatoria que creara un movimiento de opinión contrario a estos regímenes. Victoria fue su directora desde 1954 y Salvador de Madariaga su presidente de honor. Su línea era de un republicanismo liberal y democrático de orientación europeísta, editada en español e inglés hasta 1966, y gozó del apoyo de autoridades, mecenas, profesores y científicos de un amplio espectro ideológico de la izquierda. Se distribuía también dentro de España de forma clandestina y ejercía de puente entre el exilio del exterior y la oposición en el interior. Muchos escribían bajo seudónimo para evitar ser represaliados. En 1956 Victoria y L. Crane crearon la editorial Ibérica, donde publicaron algunos textos de los exiliados, pero tuvieron que cerrar dos años después por falta de liquidez.
En 1960 se incorporó como consejera a la dirección de Acción Republicana Democrática Española (ARDE), en el que se agrupaban todas las fuerzas republicanas del exilio. Volvió a España en octubre de 1977 y realizó algunas visitas en años posteriores. En 1986 recibió la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, la máxima condecoración otorgada a los juristas en España, pero decidió mantener su residencia en la casa de L. Crane en Nueva York, ciudad en la que se había encontrado cómoda y donde finalmente murió en 1987. [M ESF]

Bibliografía
Alted Vigil, Alicia, «La cultura política del republicanismo liberal español en el exilio. Un ensayo de caracterización a través de la revista Ibérica (1953-
1974)», Journal of Interdisciplinary Literary Studies, 1, 2, 1989, pp. 237-364.
Gutiérrez Vega, Zenailda, Victoria Kent. Una vida al servicio del humanismo liberal, Málaga, Universidad de Málaga, 2001.
Kent, Victoria, Cuatro años en París (1940-1944), Málaga, Servicio de Publicaciones e Intercambio cientifico de la Universidad de Málaga (Serie FacsímilUniversidad), 1997 (1.ª ed., Buenos Aires, Sur, 1947).
Ramos Palomo, M.ª Dolores, Victoria Kent (1892-1987), Madrid, Ediciones del
Orto (Col. Biblioteca de Mujeres, n.º 14), 1999.
Villena, Miguel Ángel, Victoria Kent, una pasión republicana, Barcelona, Debate,
2007.