Pinto, Mercedes

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Pinto , Mercedes

Nacimiento: 12/10/1883, La Laguna, provincia de Tenerife

Fallecimiento 21/10/1976, Ciudad de México (México)

Biografía:

Era la primogénita del matrimonio formado por un conocido intelectual republicano, Francisco Pinto de la Rosa, y Ana María de Armas y Clos, joven procedente de una aristocrática familia de Las Palmas de Gran Canaria.
Su educación de «burguesita» aparece muy bien reflejada en su nove- la autobiográfica Ella; no obstante, cursó el Bachillerato, algo excepcional para las mujeres de su tiempo. Ya en la adolescencia se despierta su vocación literaria, influida por la personalidad de su padre, que hacía críticas literarias en la Revista de Canarias fundada por él mismo y por el republicano federal Elías Zerolo. Los primeros poemas y cuentos de Mercedes se publicaron en la prensa local.
Estas experiencias literarias no impidieron que ella siguiera la «carrera femenina» por excelencia, el matrimonio. En 1909 se casa con el catedrático de la Escuela Náutica de Las Palmas y capitán de la Marina Mercante Juan Foronda. Ese mismo año nace su primer hijo, al que le siguen otros dos, nacidos en 1910 y 1914; entonces comienzan sus problemas, provocados por este matrimonio desafortunado –su marido era un paranoico que las leyes impedían deshacer y que tanta trascendencia tuvo en su vida.
Hacia 1920, huyendo de su opresiva situación familiar, se traslada a Madrid y empieza a escribir en la prensa. Entra en contacto con los círculos feministas o, por lo menos, con algunas mujeres «modernas», como Carmen de Burgos. La escritora almeriense también se había instalado en la capital tras separarse de su marido y era una ardiente defensora del divorcio y de los derechos de las mujeres. En seguida se relacionó con los grupos pioneros del movimiento sufragista español, la Cruzada de Mujeres Españolas, fundada en 1921 y posterior Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Iberoamericanas.
En noviembre de 1923 pronunció una sonada conferencia titulada El divorcio como medida higiénica en el marco de los «meeting sanitarios»
–charlas sobre la salud física y mental– que se organizaron en la Universidad Central de Madrid en ese año. En ella, la autora defendió el derecho de la mujer al divorcio como medio de conservar la salud, es decir, como «medida higiénica». Lo hace enfrentándose a la doctrina católica entonces vigente, aún a riesgo de pasar por ser considerada «una libre- pensadora a la moderna». Ésa fue la opción que tuvo que escoger ella para solucionar su problema matrimonial.
Como miembro de la Liga Internacional de Mujeres, en 1924 llevó a Primo de Rivera un mensaje pidiendo la reforma de una medida gubernamental a favor de las madres que marginaba a las madres solteras. Ello le valió la enemistad del dictador y, según decía ella, su destierro, que pudo evitar gracias a la ayuda de la masonería, a la que estaba vinculada. Entonces iba a publicarse en España su novela autobiográfica Él, donde narraba sus conflictos matrimoniales, pero la intervención de sus enemigos frustró esa posibilidad. En Madrid había conocido al abogado Rubén Rojo, con el que ya tenía un hijo; con ellos emprenderá una nueva vida, camino del exilio.
Una vez en Uruguay, no se desvinculó de la lucha feminista y pro- republicana, siguió participando en el debate sobre el voto femenino, mientras se dedicaba profesionalmente al periodismo y la radio. En 1924, el país rioplatense era uno de los más liberales de América Latina, por las recientes reformas acometidas en el periodo del presidente José Batlle, partidario de los derechos políticos para las mujeres. La escritora canaria colaboró con las revistas Mundo Uruguayo y Vida femenina, y escribió en el diario El Día, hasta que salió de gira hacia otros países de Sudamérica, en 1932. Los temas principales de sus artículos, acompañados a menudo de conferencias dirigidas especialmente a las mujeres, expresan un gran interés por la educación femenina y los derechos cívicos de mujeres y hombres. Habla sobre la mujer ideal, el divorcio, el voto femenino, la educación sexual y el matrimonio, etc.; le gusta más exponer sus ideas en público o en un artículo periodístico que en un ensayo. Sus ideas feministas aparecen desarrolladas en el artículo sobre «Los derechos de la mujer», publicado en La Tarde de Tenerife, en 1930. Aquí asume con claridad las posiciones sufragistas, a favor del voto femenino.
Realiza varias publicaciones que tienen un carácter literario. En 1926 aparece por fin en Argentina su primera novela, Él, que recibe los elogios de numerosos intelectuales republicanos. Años más tarde publica su segunda novela, Ella, también autobiográfica, donde narra su infancia y juventud en Canarias, finalizando el relato con la crisis matrimonial. En
1930 publica la obra teatral Un señor cualquiera, donde presenta como protagonista a una muchacha «moderna», cuyo espíritu choca necesaria- mente con el de la generación anterior.
Al proclamarse la II República, Mercedes Pinto se significa como lucha- dora republicana dirigiendo la palabra al pueblo de Montevideo desde los balcones del diario El Día, para el cual colaboraba. Éstos son años de intensa producción literaria y periodística, da numerosas conferencias, escribe en la revista Mundo Uruguayo y funda en Montevideo la Asociación Republicana Española junto al entonces desterrado político Rodrigo Soria- no. Recibe una invitación del doctor Marañón, como diputado en las Cortes Constituyentes, para regresar a España, pero prefiere continuar con su proyectada gira teatral por los países de Sudamérica recorriendo numerosos países, entre ellos, Paraguay, Bolivia, Argentina y Chile.
En este último país vivió desde 1933, aunque sus artículos aparecen en diversos periódicos de Sudamérica, como La Gaceta y El Orden, de Tucumán, El Liberal, de Asunción, etc. En ellos se muestra siempre interesada en la difusión de los ideales republicanos y las reformas democráticas que se estaban produciendo en España. Sin embargo, queda por aclarar con qué tendencia de la coalición republicano socialista se identificaba la escritora canaria; sea como fuere, ella nunca tuvo una militancia estricta, quizás por su temprano alejamiento de España.
En el año 1935 se instala en Cuba donde aparece en diversos medios de comunicación, incluido un programa de radio. Sus convicciones masó- nicas aparecen en la prensa con motivo del «Día del Masón» en La Habana, enero de 1936; feminismo, masonería y republicanismo seguían estrechamente unidos en el pensamiento de la periodista canaria. Durante los años de la Guerra Civil destaca su actividad política en Cuba a favor de la República. La implantación de la dictadura franquista le impidió para siempre instalarse en su país. Mercedes Pinto siguió colaborando con los círculos republicanos y masones del exilio español, primero en Cuba y desde 1943 en México, donde vivía su hija Pituca y trabajaron en el cine sus dos hijos, Rubén y Gustavo Rojo. Desde México, en los años cuarenta enviaba sus trabajos al diario de La Habana El País, al menos hasta
1951. En 1948 se reeditó su novela Él y en 1952 Luis Buñuel hizo una película sobre ella.
Publicó en los diarios mexicanos Novedades y El Nacional, donde inauguró la sección titulada «Ventanas de colores» el 8 de agosto de 1943, dedicada a las mujeres de México. Treinta años más tarde, la sección reaparece en los Jueves de Excélsior (1973-1976) y recoge numerosos artículos anteriores. Su temática era variada, hay semblanzas de personajes relevantes, recuerdos de su Tenerife natal y artículos en defensa de los derechos de las mujeres, de los que siempre fue abanderada. El último de los artículos sobre «El destino» fue publicado justo una semana después de su muerte, el 21 de octubre de 1976, a los noventa y tres años de edad. [PDP]

Bibliografía
Domínguez Prats, Pilar, «Mercedes Pinto. Una exiliada canaria en Hispanoamérica», en: VI I Coloquio de historia canario-americana, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1991, vol. 1, pp. 310-326.
— «El republicanismo de la trayectoria vital de Mercedes Pinto», en José Luis Casas Sánchez y Francisco Durán Alcalá (coords.), Historia y biografía en la España del siglo xx. II Congreso sobre el Republicanismo, Priego de Córdoba, Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres, 2003, pp. 581-594.
— De ciudadanas a exiliadas: un estudio sobre las republicanas españolas en México, Madrid, Cinca, 2009.
Llarena, Alicia, Yo soy la novela. Vida y obra de Mercedes Pinto, Las Palmas de
Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria, 2003.
Olmedo, Iliana, «Mercedes Pinto en la prensa hispanoamericana», en: Manuel Aznar Soler (ed.), Escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, Sevilla, Biblioteca del Exilio/Renacimiento, 2006, pp. 987-993.
Pinto, Mercedes, Ella, Madrid, Biblioteca Nueva, 1967.
— Ventanas de Colores, ed. e introd. de Alicia Llarena, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria/Instituto Canario de la Mujer, 2001.