El 4 de noviembre de 1937 fueron fusiladas en el cementerio de la localidad onubense de Higuera de la Sierra 16 mujeres del cercano pueblo de Zufre. Sacadas del camión que las conducía al juzgado de Aracena, fueron asesinadas en las tapias del cementerio de Higuera de la Sierra, no sin antes sufrir la humillación de ser rapadas, purgadas con aceite de ricino y torturadas.

Los nombres de estas mujeres eran: Teodora Garzón Núñez, 46 años; Remedios Gil Cortés, 58 años; Modesta Huerta Santos, 30 años; Josefa Labrador Arroyo; Elena Ramos Navarro, 55 años; Bernabela Rodríguez Ruiz, 39 años; Dominica Rodríguez Ruiz, 39 años; Felipa Rufo Alcaide, 40 años; Amadora Sánchez González, 53; Mariana Sánchez Vázquez, 51 años; Antonia Padilla Blanco, 51 años; Encarnación Méndez Díaz, 56 años; Faustina Ventura Sánchez, 62 años; Amadora Domínguez Labrador, 48 años; Carlota Garzón Muñoz, 47 años; Alejandra Garzón Acemel, 62 años.

De ellas, algunas eran miembros de la UGT:

Amadora Domínguez Labrador
Modesta Hurta Santos
Encarnación Méndez Díaz
Elena Ramos Navarro
Mariana Sánchez Vázquez

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