Álvarez Rodríguez, Basilio

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Álvarez Rodríguez, Basilio

Nacimiento: 10/8/1877, Orense, provincia de Orense

Fallecimiento 1943, Tampa-Florida (Estados Unidos)

Biografía:

Miembro de una familia numerosa, Basilio, al igual que sus hermanos, se vería obligado a trabajar desde niño en la herrería paterna. Pese a los escasos medios de que disponían sus padres, Basilio estudió el bachillerato, ingresando posteriormente en el Seminario conciliar de San Fernando, donde se hizo cura.
Defensor de los derechos de los campesinos gallegos, pronto comenzó a organizar campañas para que dejasen de pagar los foros y los arriendos a la Iglesia y la nobleza, pero con un seguimiento desigual. Convencido del valor que el periodismo tenía para concienciar a las gentes, en 1902 comenzó a trabajar en el diario católico y silvelista La Nueva Época, del que salió rápidamente debido a las constantes reconvenciones de que era objeto por sus artículos. De inmediato, funda su propio diario, La Galerna, desde el que prosigue su labor a favor de la redención de los campesinos. No obstante, su paso por La Nueva Época sirvió para que el patriarca del periodismo galleguista, Valentín Lamas Carvajal, se fijara en él, enseñándole los secretos del oficio desde la redacción de El Eco de Orense.
En 1908 se traslada a Madrid como capellán de los marqueses de Urquijo. Es el tiempo en que dirige la revista Galicia, de evidente inspiración galleguista y antiforista. Hombre de acción y de gran locuacidad, su fama corrió como la pólvora por la capital de España, llegando en 1910 a dirigir El Debate, diario católico al que intentó dar más dinamismo, abriéndolo a distintas corrientes de opinión, hecho que evidentemente no gustó nada a la jerarquía eclesiástica. Al año siguiente sería destituido, mientras la Iglesia vendía el periódico a La Gaceta del Norte, siendo sustituido por Ángel Herrera Oria, quien luego sería uno de los inspiradores de la CEDA y del nacional-catolicismo franquista. Ese mismo año regresa a Orense, decidido a organizar la rebelión de los aparceros gallegos. Funda el partido Acción Gallega, arrecia sus campañas contra la nobleza y la propia Iglesia, a quienes responsabiliza de las paupérrimas condiciones de vida de los agricultores gallegos. Organiza grandes manifestaciones, escribe furibundos artículos y, consecuentemente, es amonestado por el obispo de Orense, lo que le lleva a abandonar temporalmente los hábitos.
En 1912 está de nuevo en Madrid, donde publica El Libro del Periodista, una especie de manual en el que explica como se debe estructurar y dirigir un periódico. Libro de gran éxito en su tiempo, a través de él, Álvarez fue uno de los primeros en demandar una Escuela de Periodismo para moldear el estilo y las técnicas periodísticas de los futuros redactores, causando una enorme polémica entre los intelectuales del tiempo por ser la mayoría de ellos contrarios a la propuesta de Álvarez, ya que pensaban que el periodista se hacía en la calle y en las rotativas y que una escuela sólo serviría para encorsetar una profesión que hasta entonces se había guiado sólo por el talento.
Estudia Derecho en sólo tres años y logra montar uno de los despachos de abogados más exitosos de la ciudad. En 1918, en colaboración con Luis Antón del Olmet, funda un nuevo diario, El Parlamentario, aunque será en 1920 cuando salga su proyecto más característico, La Zarpa, un rotativo que basaba su línea editorial en lo que él llamaba zarpazos, artículos cortos y ágiles que incidían en una cuestión determinada para captar la atención del hipotético lector. En 1926, periodo en que su actividad periodística y política es menor, retoma los hábitos, a la vez que ingresa en el Partido Radical de Lerroux. Diputado a Cortes Constituyentes, decide romper con Lerroux cuando el Partido Radical se alía con la CEDA, apartándose definitivamente de la política, el periodismo y la Iglesia. Al acabar la guerra, y aconsejado por su amigo Castelao, se exilia en Argentina. Muere el 15 de noviembre de 1943 en Tampa, Estados Unidos.
María Tezanos, que trabaja en su biografía, ha escrito: «Basilio Álvarez fue un periodista innovador. Creó un nuevo género periodístico, los zarpazos, de rasgos ágiles y rápidos, con los que el combativo e implacable don Basilio fustigó o ridiculizó a todo aquel que consideró merecedor de sus críticas. Intentó convencer al periodismo católico de la necesidad de modernizarse, de ser más ágil e incisivo, más popular. Pero «la buena prensa» no sólo no aceptó sus sugerencias, sino que le hizo objeto de las más duras críticas. En cambio, fue un periodista respetado en los medios liberales y republicanos, que le abrieron las páginas de sus publicaciones».
Obras destacadas: Por los campos celtas (Madrid, 1907); Hablando con los santos (Madrid, 1909); El libro del periodista (Madrid, 1912); Abriendo el surco (Cuba, 1914); Dos años de agitación política. 1931-1933 (Madrid,
1933). [PLAV]

Bibliografía
Bande Rodríguez, Enrique, Gómez Antón, Pedro y Taín Carril, Carlos, Basilio Álvarez, el redentor del agro gallego, Orense, Caixa Ourense, 1987.
Barrera del Barrio, Carlos (coord.), Del gacetero al profesional del periodismo: Evolución histórica de los actores humanos del «cuarto poder», Madrid, Fragua, 1999.
Durán, José A., Crónicas, Madrid, Akal, 1981.
Tezanos Gandarillas, María, «Basilio Álvarez, “una sotana casi rebelde”», Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, H.ª Contemporánea, t. 10, 1997, pp. 151-178.