Gorkin, Julián

Archivo

Gorkin , Julián

Nacimiento: 12/1/1901, Benifairó de los Valles, provincia de Valencia

Fallecimiento 20/8/1987, París (Francia)

Biografía:

Julián Gómez García nació en 1901 en Benifairó de les Valls (Camp de Morvedre, Valencia). Hijo de una familia aragonesa de clase trabajadora, recientemente instalada en el pueblo, se crió en un entorno familiar exaltadamente republicano. Su formación cultural combinó, como era habitual en los entornos republicanos de la época, la enseñanza escolar con la lectura de prensa política y, en el caso de Gorkin, la lectura compulsiva de los clásicos franceses del siglo xix y, sobre todo, a partir de su llegada, a los quince años a la ciudad de Valencia, obras teóricas de inspiración republicana y socialista. De la intensidad de su formación da fe la precocidad de su militancia política, en la que prácticamente desde el principio empezó a ocupar cargos directivos. Empezó a militar en las Juventudes Socialistas Valencianas, de las que pasó a ser su secretario general en 1918, al tiempo que dirigía su órgano de prensa, La Revuelta, donde se mostraba fiel aprendiz del encendido lenguaje político de Blasco Ibañez. Desde las páginas de este periódico celebró esperanzado, junto a la mayoría de las juventudes del PSOE, la Revolución bolchevique, uniéndose a los partidarios de que el partido ingresara en la III Internacional. Es en este momento cuando adopta el seudónimo que le acompañó hasta la muerte, tomando el apellido de su admirado escritor Máximo Gorki, y cambiando su última sílaba por la de otro seudónimo revolucionario, Lenin.
La negativa del PSOE a integrarse en la Internacional Comunista provocó la escisión de los grupos probolcheviques dentro del partido valenciano. Gorkin encabezó la creación en 1921 de la Federación Comunista de Levante, asociada al PCE, y pasó a dirigir Acción Sindicalista, semanario financiado por la Internacional Comunista que le serviría durante unos meses como portavoz en España. El semanario cerró al año siguiente, coincidiendo con la llamada a filas de Julián Gorkin quien, de acuerdo con la oposición del PCE a la Guerra de Marruecos, escapó a Francia.
Afincado en París, Gorkin se adelantó en su exilio a la oleada de opositores al régimen de Primo de Rivera, que le harían coincidir en esta ciudad con personajes tan dispares como Miguel de Unamuno o el propio Blasco Ibáñez. En este momento Gorkin se transforma en lo que en los medios comunistas se conocía como un revolucionario profesional; agente de la Internacional Comunista con una dedicación completa a la causa, con tareas de propagandista y organizador que lo llevaron por varios países europeos. Fundamentalmente dirigió distintos periódicos en castellano –El Proletario, La Luz, La Verdad y Adelante– destinados a la emigración española en Europa e introducidos clandestinamente en España. Las presiones del Gobierno español sobre el francés provocarían toda una serie de suspensiones, salvadas con los consiguientes cambios de cabeceras y, finalmente, con una breve estancia en Bélgica, donde se publicó el último de estos periódicos. Además, trabajó como redactor en la revista francesa Monde y escribió su primera novela, Días de bohemia, inspirada en sus vivencias en París, que se publicaría en España en 1930.
De retorno a España tras la caída de Primo de Rivera, prosiguió su actividad en Madrid entre 1931 y 1933, traduciendo y publicando. Fundaría en octubre de 1932 la sección madrileña de la Federación Comunista Ibérica, vinculada al Bloc Obrer i Camperol (BOC) de Joaquín Maurín, el principal partido comunista independiente del PCE. Afiliado en 1933 al BOC, se trasladó a Valencia y, en lo que suponía un breve retorno a la política activa, empezó a colaborar como redactor en su órgano La Batalla.
Su paso por Valencia fue temporal, ya que tras la represión de la revuelta obrera de octubre de 1934 Gorkin optó por escapar de nuevo a Francia, donde permaneció hasta mediados de 1935. Sus contactos con el movimiento obrero internacional y la emigración española le situaron en una situación de liderazgo entre los exiliados. Colaboró en la edición del periódico Adelante con otros bloquistas
La debilidad del nuevo partido de Gorkin, el POUM, resultado de la fusión del BOC con la Izquierda Comunista de España de Andreu Nin a finales de 1935, se hizo evidente en el momento de la creación del Frente Popular. Si bien contaba con bastante influencia en los círculos obreros catalanes, hubo de aceptar que tan sólo uno de sus miembros, Joaquín Maurín, entrara con ventaja en las listas electorales del Frente Popular. Tanto Gorkin como Nin fueron arrinconados por el resto de partidos en listas de provincias en las que el POUM no tenía ninguna implantación
–Cadiz y Teruel– y optaron por renunciar a sus candidaturas. Pese a la entrada de Maurín en el nuevo parlamento constituido tras el triunfo del Frente Popular, las esperanzas de que el POUM se consolidara como un referente de la izquierda obrera a nivel nacional se vieron truncadas por la Guerra Civil. El inicio del conflicto, además, obligó a reorganizar completamente la cúpula del partido. Maurín quedó atrapado en el bando nacional, Nin ocupó la secretaría política y Gorkin hubo de abandonar Valencia para desplazarse a Barcelona, donde se hizo cargo de la dirección de La Batalla. Asimismo ocupó la secretaría internacional del partido, encargándose de difundir en el extranjero las posiciones del POUM por medio de mítines y revistas como La Révolution Espagnole.
Acusado a raíz de los sucesos de Barcelona en mayo de 1937 de ser espía al servicio de Franco, e incluso de Hitler, en junio fue detenido y encarcelado. Al finalizar la contienda huyó de España. En la capital francesa ocupó la Secretaria General del POU M, así como la del Centro Marxista Internacional, formado por una quincena de partidos obreros independientes. Como secretario de este centro se trasladó a México a inicios de 1940 tras una breve estancia en Nueva York. En Ciudad de México volvió al periodismo y especialmente al ensayo político. Dirigió la revista POUM, creada como órgano del partido en el exilio mexicano. Fundó asimismo las revistas Análisis. Revista de Hechos e Ideas y Mundo. Socialismo y Libertad, al tiempo que colaboraba en revistas y diarios de la prensa local, pese a las dificultades que le provocaron las presiones en su contra del Partido Comunista Mexicano. Junto a Bertomeu Costa-Amic, también miembro del POUM, fundó la Librería y Ediciones Quetzal. En esta época destacan sus obras de análisis político, género en el que se centraría especialmente a partir de este momento, siempre con la intención de denunciar el estalinismo. En 1948, esperanzado por la posibilidad de que los aliados provocaran la caída de Franco, volvió a París donde fundó, junto a Enric Adroher, Gironella –otro antiguo poumista–, el Movimiento Socialista por los Estados Unidos de Europa. Éste es un momento clave en el cambio de orientación de Gorkin. Ha empezado la Guerra Fría y el Gobierno estadounidense empieza a destinar cuantiosos fondos a la propaganda anticomunista en todo el mundo. En esta coyuntura surge la iniciativa de la revista Cuadernos, publicación que combinaba el anticomunismo y la oposición al franquismo. En 1953 fue uno de los fundadores del Congreso por la Libertad de la Cultura, una organización basada en la defensa de la libertad de expresión en la que se reunían escritores, intelectuales y personalidades académicas. Gorkin pasó a ocupar la dirección de la revista de la organización, Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura, fundada ese mismo año. La dirección de esta revista sería el empleo más estable que jamás llegaría a tener. Junto a Gorkin se incorporó Ignacio Iglesias, como jefe de redacción. Cuadernos, pese a estar radicada en París, se dirigía principalmente al público sudamericano, contando con colaboradores del exilio y la oposi- ción interior española y autores de distintos países de América Latina. En Cuadernos escribieron, entre otros, Salvador de Madariaga, Aranguren, Ferrater Mora, Américo Castro, Víctor Alba, Camilo José Cela y Dionisio Ridruejo. Como parte de la difusión de la revista, Gorkin participó, entre 1954 y 1960, en distintas giras anuales de conferencias por América Latina. Junto a la redacción de artículos para revistas, en esta etapa publicó varios libros de ensayo político. Cuadernos, según Víctor Alba, posibilitó publicar –y sobrevivir– a un grupo bastante importante de escritores republicanos exiliados, en una época en que la prensa de izquierdas latinoamericana estaba controlada por los comunistas. Una actividad complementaria a la de Joaquín Maurín quien, una vez excarcelado, pasó a residir en Nueva York, donde fundó una agencia de prensa, American Literary Agency (ALA), especializada en facilitar artículos de fondo a los periódicos latinoamericanos.
Su atención por la situación española le llevó, a comienzos de la década de los sesenta, a plantearse una intervención más directa en la política del país. La oportunidad surgió, según el propio Gorkin, en una cena en la que se reunió con Gil Robles y Gironella, y de la que surgió la idea de lo que acabó siendo la conferencia española de Munich de 1962. En la preparación de la conferencia, Gorkin jugó un papel importante aunque siempre en la sombra. La imagen externa de la organización siempre fueron Gil Robles y Salvador de Madariaga, aunque los contactos y bue- na parte de las negociaciones con los grupos los realizó el propio Gorkin quien disponía de toda la infraestructura y los vínculos personales de Cuadernos. Por otra parte, la idea de reunir a todas las tendencias democráticas –de los monárquicos liberales a los socialistas– del interior y la mayoría de los sectores del exilio no dejaba de ser más que la materialización de aquello que se venía realizando en Cuadernos desde hacía casi una década.
En febrero de 1963 abandonó su puesto en Cuadernos. Se dedicaría exclusivamente a trabajar sobre España, aprovechando los contactos con la oposición en el interior. Fundó el Centro de Documentación y Estudios, presidido por Madariaga, desde donde publicaba un boletín. Éste sirvió en enero de 1965 de origen a Mañana. Tribuna Democrática Española, pensada para propugnar el acercamiento entre la oposición democrática del exilio y el interior. Contaba con Dionisio Ridruejo como responsable en el interior, de donde calculaba que provendrían el 75 por ciento de las colaboraciones. Desgraciadamente, el proyecto se organizó con una escasa base económica, por lo que la implacable persecución policial a la distribución interior obligó a liquidar la revista en 1966. El fracaso de Mañana significó la jubilación efectiva de Julián Gorkin, a pesar de que mantuvo algunas colaboraciones en la prensa sudamericana. La operación había resultado ruinosa en todos los aspectos, no sólo desapareció Mañana, sino que además Cuadernos, en nuevas manos, sufrió un cambio de orientación que le hizo perder la mayoría de sus lectores en poco tiempo, cerrando poco después.
A partir de este momento empezó a dedicarse en exclusiva a la redacción y publicación de ensayos. En estos años ostentó asimismo la presidencia del Pen Club de los escritores en el exilio y empezó a militar en el PSOE. En los primeros años de la década de los setenta empezó también la redacción de sus memorias. Dos libros autobiográficos se publicaron aprovechando la oleada de interés por la historia de la República y la Guerra Civil que sobrevino a la muerte del dictador. La primera parte de sus memorias, El revolucionario profesional. Testimonio de un hombre de acción, recoge sus primeros años hasta la proclamación de la República. Se publicó tras la muerte del dictador, en 1975. Su otro libro autobiográfico El proceso de Moscú en Barcelona. El sacrificio de Andrés Nin, publicado en
1974, explicaba la represión sufrida por el POUM durante la guerra y constituiría su último gran éxito editorial. Una avanzada ceguera le fue restando capacidad de trabajo, por lo que fue abandonando progresivamente la escritura a partir de finales de los setenta. Como proyecto inacabado, quedó la segunda parte de las memorias, apenas comenzada. [JCSI]

Fuente
Ferri Ramírez, Marc, «Julián Gorkin, la vida de un luchador», en http://www. fundanin.org/ferri.htm.

Véase además Gorkín, Julián (Diccionario biográfico del socialismo español 1879-1975)