Villar Blanco, Heliodoro

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Villar Blanco, Heliodoro

Cargo: Afiliado Juventudes Socialistas de Villafer (León)

Nacimiento: ?, Villafer, provincia de León

Fallecimiento ?

Biografía:

También conocido como el fusilado de Villafer, nació en esta localidad leonesa en 1914. Su vida laboral trascurrió entre el trabajó en el campo y la construcción.

Cuando se produjo la sublevación militar que originó la Guerra Civil, Heliodoro tenía 22 años y estaba afiliado a las Juventudes Socialistas y a Federación de Trabajadores de la Tierra, adscrita a UGT, lo que le convertía en blanco de los pistoleros falangistas que fueron a buscarlo a su pueblo natal para detenerlo. Durante varios días, consiguió esconderse en el campo y en casas de amigos que le ofrecieron cobijo, hasta que decidió emprender la huida hacia León.

Heliodoro consiguió llegar a la capital donde fue reconocido y detenido por falangistas de Valderás, un pueblo cercano al suyo. Sin embargo, un salvoconducto de su primo, Pedro Vallinas, feje de milicias de Falange de Villafer, sirvió de aval para ponerlo en libertad. Decidió entonces regresar a su pueblo donde, ante la persistencia de guardias civiles y camisas azules en lograr su captura, permaneció en la semiclandestinidad, escondiéndose en el campo cuando era advertido por sus sobrinos de la llegada de sus perseguidores.
Finalmente, el 16 de agosto, tras una larga persecución, Heliodoro Villar sería apresado y detenido a consecuencia de una delación de vecinos de su pueblo. Comenzaron entonces tres días de interrogatorios, torturas y vejaciones, simulacro de fusilamiento incluido, que culminaría con su traslado a la Casa del Pueblo de Valderás donde sus verdugos organizaron su ejecución.
En la noche del 19 de agosto, Villar y otros vecinos de la localidad fueron conducidos a pie desde Valverás en dirección a Villanueva del Campo para ser fusilados. A unos tres kilómetros, según el testimonio del propio Heliodoro, la tétrica comitiva se detuvo para perpetrar su macabra proeza. A pesar de recibir tres impactos de bala, uno en la cara que le atravesó las dos mejillas, otro que le rozó el cuello y otro que le alcanzó el codo izquierdo y que le produjo una gran hemorragia, Heliodoro consiguió burlar a sus asesinos que le dieron por muerto y a la propia muerte. Una vez sus verdugos se hubieron marchado, Heliodoro Villar anduvo durante 16 kilómetros hasta llegar a su pueblo, donde fue auxiliado por el médico, y cobijado por su primo que le ofreció su protección enfrentándose a sus propios camaradas.

Tras recibir la extrema unción del sacerdote que le había negado su ayuda, consiguió recuperarse de sus heridas y en mayo de 1937 fue reclutado en el Ejército franquista. Estuvo en los frentes de Asturias, Guadalajara, Teruel, el Ebro y Barcelona, aunque según sus propias palabras, “no tiraba tiros, tengo suerte de que no he matado en la vida”. En el frente aragonés fue herido de nuevo, pero otra vez la suerte, en forma de duro de plata que llevaba en el bolsillo, le salvó la vida.

Finalmente, la muerte le llegaría a Heliodoro Villar en 2006, después de haber cumplido 92 años de edad y haber dedicado años de su vida a recopilar y divulgar datos, historias, nombres y fechas de la represión franquista y sus protagonistas, víctimas y verdugos. [Belén Meneses]

Fuentes:

“Diario de León”, suplemento titulado “El siglo de León. Todos los pueblos y sus gentes”, año 2003,

“Diario de León”, 27 de agosto de 1991. Testimonio de Heliodoro Villar.