Beneito López, Fernando

Nieves Yagüe Fernández

Beneito López, Fernando

Nacimiento: 30/9/1901, Valencia, provincia de Valencia

Fallecimiento 1982, Argentina

Biografía:

Ingresó en la academia de caballería en 1918, con la nota más alta de todos los candidatos. Pronto se sintió atraído por el mundo de la aviación. En 1924 aprobó el curso de observador de aeroplanos, complementado posteriormente con el de piloto militar. Se integró, pues, al Servicio de Aviación. Participó en la campaña de Marruecos. El 18 de julio de 1936 ejercía la jefatura de la base de hidroaviones de Pollensa, con el grado de capitán. El término oculta una realidad más modesta: se trataba de un limitado destacamento con 3 o 4 hidroaviones que en aquel mes de julio estaban en reparación. Beneito se opuso con las armas a los militares sublevados. La base resistió varias horas, hasta que la situación se hizo insostenible: fue el único establecimiento militar de Mallorca que permaneció leal al régimen republicano. Beneito y sus compañeros resistentes consiguieron retirarse en precarias condiciones. A lo largo del mes de agosto formó parte de la expedición comandada por el capitán Bayo, encaminada a la recuperación de la isla de Mallorca para la República. El 30 de septiembre de 1936 despegó de Rosas (Gerona) al mando de cuatro aparatos Savoia S-62, sobre la vertical de los Pirineos, rumbo a Santander, que se convirtió temporalmente en improvisada base de hidros. En febrero de 1937 fue trasladado al murciano aeródromo de Los Alcázares, cuya jefatura ejerció desde mediados de 1937 hasta el 1 de septiembre de 1938. Posteriormente desempeñó servicios de organización y Estado Mayor. Ascendió hasta el grado de teniente coronel, en diciembre de 1938, por méritos de guerra. Tras la pérdida de Cataluña, pasó a Francia. Consiguió la visa de entrada en Argentina y arribó a Buenos Aires a bordo del buque ‘Massilia’ el 5 de noviembre de 1939. Fue procesado como rebelde en agosto de 1941. El fiscal elevó sus conclusiones: la actuación de Beneito, desde el principio de la guerra, merecía la acusación de adhesión a la rebelión. Aunque la causa fue sobreseída temporalmente, la tipificación del pretendido delito significó su expulsión del Ejército y la pérdida de cualquier derecho. Llegada la edad de jubilación, en 1968 Beneito viajó a Madrid y se presentó a las autoridades militares. Cifraba su estrategia en la reapertura del sumario suspendido en septiembre de 1941, con el fin de conseguir nueva calificación fiscal del supuesto delito. La adhesión a la rebelión traía consecuencias irreversibles, salvo que Franco indultara; sin embargo, el auxilio a la rebelión posibilitaba algún atisbo de solución. El 21 de noviembre de 1968 se reabrió el sumario. Beneito engarzó el clásico discurso defensivo, basado en la obediencia debida y la ocultación de hechos de guerra que redujo a meras actividades burocráticas. El fiscal admitió el auxilio a la rebelión y, por último, el auditor estimó extinguida la responsabilidad penal, invocando el artículo 249 del nuevo código de justicia militar. Pero subsistió el problema de la percepción de haberes pasivos. Por fin en 1979 le reconocieron el grado de coronel y la pensión de retiro concordante. Tres años después murió en Argentina.

Fuentes: Ángel Bahamonde Magro. Diccionario biográfico del exilio español de 1939: los militares (Diccionario en preparación)