Barga, Corpus

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Barga , Corpus

Nacimiento: 9/6/1987, Madrid, provincia de Madrid

Fallecimiento ??/8/1975, Perú (Lima)

Biografía:

Nació en el seno de una familia castellana perteneciente a la nobleza media, que poco a poco fue perdiendo sus bienes raíces para pasar a formar parte de la burguesía y dedicarse a las profesiones liberales. Rodeado de ocho hermanos, pasó la infancia y la adolescencia en Madrid, ciudad en la que aprendió sus primeras letras y desarrolló sus dotes como observador de la vida cotidiana. Estudió bachillerato en el Colegio laico de Santa Catalina, donde se inició en el lenguaje literario y matemático, base formativa que le abrió camino para realizar estudios superiores en la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid. En sus años como estudiante, fue introduciéndose en las lecturas de autores liberales y en las publicaciones de Marx y de Bakunin. Frecuentaba a la familia Baroja y a otros escritores de la Generación del 98 que le animaron, con diecinueve años, a publicar en distintos periódicos de tendencia republicana y a frecuentar las tertulias que proliferaban en el Madrid del cambio de siglo. Su vinculación a la literatura y a las artes fue perceptible en su trabajo periodístico.
A finales de 1913 creó un semanario, Menipo, dirigido y redactado por él, con la intención de que ese personaje de un cuadro de Velázquez analizara, de forma simbólica, los diversos aspectos de la vida madrileña. Menipo tropezó pronto con la justicia por sus artículos sobre la debilidad de la Marina española, lo que le obligó a marcharse a París, donde se quedó hasta 1930. Corpus no era sólo crítico con el Gobierno sino con la sociedad española y sus costumbres. Actuó como corresponsal de guerra, entrevistador, viajero incansable, cronista mundial.
Desde París colaboró con el periódico El País, para el que redactó series de artículos sobre la vida financiera, artística y consumista en Francia. Escribió también en La Correspondencia de España, diario del que fue corresponsal en 1916, y en el diario El Sol, al que estuvo vinculado desde su fundación en 1917. Igualmente envió artículos para las revistas España, Nuevo Mundo, Revista de Occidente, La Gaceta Literaria y el periódico argentino La Nación. Durante su estancia en París se relacionó con artistas, escritores, políticos e intelectuales que vivían en la ciudad o que la visitaban, como Pablo Picasso, Trotski, Salvador de Madariaga, Pedro Salinas, Ramón Gaya, Ilia Ehrenburg, Kerensky o Henri Bergson. En estos años realizó muchos viajes a distintos países europeos (Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Italia) y también a España, especialmente a Madrid, ciudad en la que retomó sus contactos con los escritores de la Generación del 98 y las tertulias. En Italia tuvo dos estancias prolongadas en 1920 y 1925 como corresponsal de prensa, cuyo resultado fue un conjunto de reportajes para El Sol sobre aspectos cotidianos de las ciudades y sobre el ascenso del fascismo, al que calificó como un fenómeno de categoría internacional que relacionó con el nacionalismo. En Roma y otras ciudades, entrevistó a las más relevantes figuras del momento como Luigi Sturzo o Benedetto Croce y dejó constancia de sus impresiones en un buen número de crónicas sobre las ciudades a las que viajaba, en las que demostró su vasta cultura y su capacidad para abordar los asuntos más dispares.
En 1930 La Nación de Buenos Aires le ofreció dirigir su agencia de Berlín y desde allí envió algunos artículos muy críticos contra las reivindicaciones catalanistas a la revista Nueva España como expresión de su rechazo a todo tipo de nacionalismos. Desde Berlín dio cuenta a los argentinos de los más destacados acontecimientos culturales y políticos del momento, entre otros, el proceso de encumbramiento de Hitler. Al año siguiente, una vez instaurada la II República, le enviaron a Madrid, donde permaneció hasta el final de la Guerra Civil. En estos años colaboró con los diarios Crisol, Luz, del que fue director, El Norte de Castilla y Diario de Madrid, además de las revistas Cruz y Raya y Oasis. También planificó y dirigió el semanario de corte europeísta Diablo Mundo, cuya corta vida se extendió en nueve números desde abril hasta junio de 1934. En estos años los temas de sus artículos abordaron toda la efervescencia de la vida política, en los que mostró su entusiasmo por la España del 14 de abril, aunque esta actitud no impidió la crítica de muchos errores cometidos por los republicanos. Le embargaba el deseo de un cambio profundo de la sociedad española, de ahí que no sólo escribiera sobre política, sino sobre los hábitos de las distintas clases sociales. Las alusiones a la Guerra Civil en sus artículos no fueron abundantes, sobre todo si se comparan con sus escritos periodísticos de los periodos anteriores. Su actitud fue marcadamente pro-republicana y tuvo un papel destacado en las actuaciones en París para el establecimiento de relaciones entre España y la URSS. Colaboró en El Mono Azul y Hora de España e impartió conferencias sobre política internacional y su implicación en el conflicto de 1936-1939.
Tras la Guerra Civil vivió en Francia (1939-1948) y después en Perú (Lima, 1948-1975), donde trabajó como profesor en la Universidad de San Marcos, de la que fue director de la Escuela de Periodismo. Durante los primeros años de su exilio tuvo contactos con los escritores Rafael Alberti, Maria Teresa León, Gerardo Diego, Jorge Guillén, y trabajó para las publicaciones creadas por los exiliados como Romance, España Peregrina, Realidad, Cabalgata y Boletín de la Unión de Intelectuales Españoles en Francia. Continuó su colaboración en La Nación de Buenos Aires y El Nacional de Caracas, así como en revistas y diarios de Lima como El Comercial, Expreso, Visión del Perú y Mar del Sur. También dirigió Gaceta Sanmarquina, la revista de la Escuela de Periodismo desde su fundación en mayo de 1964. En 1967 dejó la Universidad.
En Los pasos contados (1963), Puerilidades burguesas (1964), Las Delicias (1967) y Los galgos verdugos (1973) recreó sus memorias de su infancia y adolescencia en el Madrid de comienzos del xx. Hizo dos viajes a España, en 1963 y 1970. Fue un periodista de gran prestigio, un agudo cronista de la sociedad española y un original prosista, alabado por figuras destacadas como Juan Ramón Jiménez. Era un escritor que hablaba con el lector a través de la prensa y su estilo periodístico, como él mismo indicó, fue el de «un articulista profesional». Francisco Umbral dijo de él: «la prosa divagatoria de Corpus Barga, llena de meandros, anécdotas, lirismos, es de una gran modernidad. Quizá sea él por lo directo y complicado a la vez, el más moderno y vigente de nuestros viejos escritores». Murió en Lima en agosto de 1975. [M ESF]

Bibliografía
Barga, Corpus, Crónicas literarias, edición de Arturo Ramoneda, Madrid/Gijón, Júcar, 1985.
— Un viaje en el año 19. Un viaje en el año 30. Otros viajes, edición de Arturo Ramoneda, Madrid/Gijón, Júcar, 1987.
— Apocalipsis. Pasión y muerte. Hecho de la triste marquesa. Cuentos, Madrid/Gijón, Júcar, 1987.
— Entrevistas, semblanzas y crónicas, edición de Arturo Ramoneda, Valencia, Pre- Textos, 1992.
— Paseos por Madrid, edición de Arturo Ramoneda, Madrid, Alianza, 2002.
— Los pasos contados. Una vida española a caballo entre dos siglos (1887-1957), Madrid, Visor Libros, 2002, 2 vols.
— Viajes por Italia, edición de Arturo Ramoneda, Sevilla, Renacimiento, 2003. Ramoneda, Arturo, Corpus Barga. El escritor y su siglo, Córdoba, Duque, 2000. Velázquez Castro, Marcel, Fuegos fugitivos: antología de artículos de Corpus Barga, Lima, Fondo Editorial Centro Cultural de España/Embajada de España, 2003.