Martínez Guerricabeitia, José

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Martínez Guerricabeitia, José

Nacimiento: 18/6/1921, Villar del Arzobispo, provincia de Valencia

Fallecimiento 12/3/1986, Madrid, provincia de Madrid

Biografía:

Hijo primogénito de un minero anarcosindicalista y de un ama de casa también anarquista. De familia arraigada en la comarca de Los Serranos, en el río Turia, a los cuatro años se desplazó con sus padres y su hermano a Requena. Tuvo mucha influencia de su padre, representante del mejor anarcosindicalismo español, incansable lector y autodidacta.
Se educó hasta los diez años en un colegio público, formación complementada con lecturas literarias e ideológicas que le hacía su padre, y ausente de la misma la religión. El final de su infancia tuvo un momento clave en 1931 cuando coincidieron la caída de la monarquía y la entrada en el Instituto de Enseñanza Media de Requena para cursar el Bachillerato por la rama de letras. Paralelamente se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios, compaginando ambos estudios con el objetivo de tener una formación humanística integral.
Durante su estancia en el Instituto, se dedicó a la elaboración y montaje de un periódico mural que preparaba la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias (FIJL), polémico y revolucionario que competía con el elaborado por la Federación Universitaria Escolar. José Martínez había terminado el primer curso del bachillerato universitario cuando en plenas vacaciones escolares se inició la Guerra Civil. Fueron momentos de gran actividad y dinamismo para él y su familia, con su padre al frente de la Delegación de Fincas Incautadas.
Durante la Guerra Civil, como militante de las Juventudes Libertarias desde septiembre de 1936, trabajó primero en la sede de la Federación Regional de Campesinos de Valencia de la CNT, y posteriormente entró en una columna anarquista aunque tuvo que abandonarla, puesto que se hallaba en ella como voluntario a falta de cumplir la edad militar. En 1938 estuvo con la 25 División que comandaba el cenetista Miguel García Vivanco, y se ofreció voluntario para trabajar en las Milicias de la Cultura o Milicias contra el Analfabetismo en Aragón. Intervino en la batalla de Belchite y en otras ofensivas del frente de Aragón. Fue herido y después de la toma de Teruel decidió abandonar la 25 División y volver a su casa.
Fue detenido en mayo de 1939, conducido a una cárcel y trasladado a la Colonia San Vicente-Escuela de Reforma. El director de este centro le hizo su secretario y aprendió ciertas habilidades que le serían útiles para su vida posterior, como la mecanografía, idiomas, gestión y técnicas de maquetación, impresión, etc.
En mayo de 1942 fue llamado a filas y, gracias a las influencias del director del reformatorio, le destinaron a un cuartel cerca de casa. Una vez que le licenciaron en octubre de 1945, empezó a desempeñar trabajos de tipo administrativo y a reorganizar la CNT en Valencia, siendo responsable del diseño y maqueta de la revista libertaria Acción Juvenil. Órgano de las Juventudes Libertarias de Levante. Portavoz de la FIJ L. A partir de entonces participó en campañas de propaganda y reparto de octavillas, actividades que le valieron ser detenido y conducido a la prisión celular de Valencia con los cargos de propaganda ilegal y asociación ilícita.
Decidió marcharse a Francia, donde frecuentó a los exiliados españoles, anarquistas y antiguos amigos, como Progreso Martínez y Nicolás Sánchez Albornoz, y se afilió a la Federación Universitaria Escolar (FUE). A principios de 1949 abandonó su militancia de Juventudes Libertarias, pero no su militancia antifranquista. Tuvo trabajos duros en fábricas y otros sitios, y comenzó a sufrir los cíclicos y devastadores periodos depresivos que le acompañarían ya durante toda su vida. En julio fue expulsado de su trabajo en la fábrica por conflictos con sus compañeros, que después le valdrían algún tiempo de reclusión en la cárcel. Montó un negocio de préstamo de libros y de su amigo Francisco Benet fue la idea de lanzar una revista a la que titularon Península, pero tuvo una vida efímera y sólo se publicaron dos números (el primero fechado en julio de 1949). Había agotado sus ahorros y el negocio de préstamo de libros apenas le daba para vivir, así que comenzó a estudiar Derecho en La Sorbona con una beca concedida por el Gobierno de Noruega. Empezó a ganar cierto dinero como redactor de voces para diccionarios y corrector de pruebas de imprenta para organismos oficiales, iniciándose en tareas editoriales básicas. De ahí le salió un trabajo en la ON U en su sede de Ginebra como corrector de textos de español y en la editorial Larousse.
En 1957, conoció a Marianne Brüll, una de las mujeres esenciales en su vida, a través de la cual fue contratado como jefe de producción de la editorial Hermann, puesto que ocuparía desde enero de 1958 hasta 1962, cuando se despidió para dedicarse íntegramente como director y socio principal a la editorial Ruedo Ibérico. A estas alturas de su estancia en París, era un hombre de alto nivel intelectual y de amplias relaciones sociales. La editorial, montada como una plataforma política contra el régimen, empezó a funcionar con poco dinero y con muchos proyectos, algunos fracasados. El primer libro fue La Guerra Civil española de Hugh Thomas, al que le siguieron otros títulos muy conocidos y perseguidos por el régimen de Franco por su temática y su enfoque antifranquista. En 1965 preparó la salida de la revista Cuadernos de Ruedo Ibérico, que contaba, entre sus colaboradores, a Fernando Claudín y Jorge Semprún, recién expulsados del PCE. El primer número salió en junio de 1965 y fue un éxito desde el principio. Parecía editada dentro de España por los temas y la información que desplegaba, y se convirtió en una de las más influyentes en el debate político y cultural de la izquierda española y de toda la oposición. Sin embargo, siempre tuvo dificultades financieras, por los problemas de distribución, la ausencia de publicidad comercial y el pago de los textos a los autores. En 1970 y, tras acuerdos económicos con el monárquico conservador Antonio García-Trevijano, pudo rehacer la editorial.
En abril de 1977 recibió de nuevo su pasaporte español y volvió a los escenarios de su juventud, viaje que le produjo cierta tristeza y melancolía, además de una falta de adaptación que le indujeron a volver a París. En abril de 1978 presentó en Barcelona Ruedo Ibérico y su filial Ibérica de Ediciones y Publicaciones (IEPSA).
Su difícil carácter y su enfermedad le pasaron factura en los últimos años de su vida. Vivió durante un tiempo entre Madrid y París con ayudas mensuales concedidas a proyectos editoriales sobre compendios bibliográficos de los exiliados para el Instituto de España. También impartía clases de francés en el Ateneo y contaba con subvenciones del Instituto de Historia Social de Ámsterdam para investigación. Finalmente murió en marzo de 1986 en su casa en Madrid debido a un accidente doméstico. [MESF]

Bibliografía
Forment, Albert, José Martínez: la epopeya de Ruedo Ibérico, Madrid, Anagrama,
2000.
Mato, Alfonso, José Martínez: fundador da editorial Ruedo Ibérico, La Coruña, Ediciós do Castro, 1998.
VV. AA., Rememoriación de José Martínez, fundador de Ruedo Ibérico, Sargadelos, La
Coruña, Ediciós do Castro, 1987.
VV. AA., A 10 años de la muerte de José Martínez, fundador de la editorial Ruedo
Ibérico, SIA, La Coruña, Ediciós do Castro, 1996.