Menéndez Fernández, Jaime

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Menéndez Fernández, Jaime

Nacimiento: 1901, Cornellana, provincia de Asturias

Fallecimiento 1969, Madrid, provincia de Madrid

Biografía:

Hijo de maestro y ama de casa, nació en Cornellana, Asturias, el 25 de junio de 1901. Los primeros años de su vida transcurrieron en su ciudad natal, comenzando a estudiar en la escuela de su padre. La zancadilla de un compañero de clase le ocasionó la rotura del tabique nasal, deformándole para siempre la nariz. Esa circunstancia haría que tanto en su vida íntima como en el periodismo se le conociese en adelante como «El Chato».
Miembro de una familia numerosa, a los quince años se traslada a Cuba para residir en La Habana. En la capital cubana trabaja de contable para una empresa de textiles de un paisano asturiano, estudiando por la noche periodismo, francés, italiano, alemán e inglés, idiomas que dominaría a la perfección. En 1924 se traslada a Nueva York, en cuya Universidad Pública termina los estudios de Periodismo. Ese mismo año es nombrado redactor de La Prensa, primer diario de habla hispana de la capital del Hudson, y el año siguiente asciende a director de la misma.
1928 es uno de los grandes años de su vida. Atraído por la calidad de sus artículos, los directivos de The New York Times le ofrecen incorporarse al periódico para encargarse de la sección de deportes. Menéndez acepta y se convierte en el primer español miembro de la redacción del prestigioso diario. La magnífica aceptación que tienen sus escritos hace que el afamado periodista Herbert L. Matthews le invite a incorporarse a la sección de internacional del periódico. Es el tiempo en que conoce a Tennessee Williams, Claude Bowers, Ernest Hemingway, Rómulo Gallegos y André Maurois.
En 1932, Matthews le encarga la corresponsalía del diario en Madrid, ciudad en la que fija su residencia. Unos meses después de su llegada a la capital de España, Menéndez ingresa en la Logia Mantua y en 1933 en el Partido Comunista, partido en el que militaría hasta su muerte. En Madrid conoce a Unamuno, Alberti, Lorca, Oteiza, Sender, Baroja, Altolaguirre, Neruda, Dolores Ibárruri, Margarita Nelken y un sin fin de políticos e intelectuales, intimando con los más próximos a su partido. Escribe paraCruz y Raya y Leviatán, colabora periódicamente en Política, El Sol, Claridad, Mundo Obrero, La Estampa, La Voz y El Universal, de México, y mantiene las corresponsalías de United Press y Associated Press.
En 1933 el Gobierno de la República lo envía a Berlín para que elabore distintos informes sobre la situación de la Alemania nazi, llegando a conocer a Goebbels, cuyas técnicas propagandísticas analiza y estudia detalladamente. Al estallar la Guerra Civil, Menéndez, que ya era directivo de la Asociación de la Prensa de Madrid, se va a los frentes donde los combates son más encarnizados con el fin de retratar con su pluma «el heroísmo del pueblo que lucha contra el fascismo». A finales de 1938 es nombrado director de El Sol, periódico que estaba por entonces dentro de la órbita del PCE. Al acabar la guerra, fue condenado a muerte y encarcelado, logrando montar una escuela republicana clandestina en el interior del presidio y escribir su tercer libro, que pudo salir a la calle gracias a las visitas de Avelina, su mujer, y su hijo Jaime. Excarcelado sorprendentemente en 1944 por la intervención del embajador norteamericano, trabajó durante unos meses como agregado de prensa de esa Legación, abandonando España debido al acoso al que constantemente estaba sometido. Viajó a Marruecos y se instaló en Tánger, donde fue redactor y subdirector del diario España y locutor de Radio Tánger, volviendo a recuperar las corresponsalías de Associated Press y United Press. En la ciudad marroquí, Menéndez continuó luchando contra el franquismo junto a los exiliados españoles, entablando una íntima amistad con Josep Andreu Abelló, miembro de ERC y uno de los dirigentes de la JARE en México durante los primeros años de la década del cuarenta.
En 1957, Vicente Gallego, falangista muy bien relacionado, se las ingenió para conseguir que Menéndez y su familia regresasen a España, encargándole la redacción, casi completa, de la revista Mundo. Nombrado miembro del Instituto de Estudios Políticos, unos años después Manuel Fraga lo contrata para la revista Política Internacional, escribiendo en años sucesivos para SP, Destino y Occidente con seudónimos como «Juan Nadie»,
«Kim», «Mercadal» o «Arturo Fernández». Durante toda la posguerra,
Menéndez siguió fielmente la táctica de infiltración en las instituciones franquistas, diseñada por el Partido Comunista, lo que exigía, para obtener la información deseada, relacionarse con personas del régimen bien consideradas. Murió en Madrid en 1969.
Obras destacadas: Vísperas de la catástrofe (Madrid, 1934); La política exterior de Estados Unidos (inédita). [PLAV]

Bibliografía
López de Zuazo, Antonio, Catálogo de periodistas españoles del siglo xx, Madrid, Edición del Autor, 1981.
«Santiago Carrillo habla de Jaime Menéndez», La República, 1 de agosto de 2007.