Mistral, Silvia

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Mistral , Silvia

Nacimiento: 1/12/1914, La Habana (Cuba)

Fallecimiento 2004, México DF

Biografía:

Nacida en el seno de una familia de trabajadores, su padre era de origen catalán y su madre de Villalba (Lugo), donde pasó su infancia. Era la mayor de tres hermanos, los otros dos murieron, uno de ellos en el frente de Teruel. La familia emigró de nuevo a Cuba en 1926; allí estudió la enseñanza secundaria en una escuela pública e inició su vocación literaria, tras ganar un concurso escolar de relatos.
En 1931 la falta de trabajo en la isla les obligó a regresar a España y se instalaron en Barcelona. Hortensia empezó a trabajar de ayudante de laboratorio en la fábrica de papel de fumar «Smoking» a los dieciséis años, trabajo en el que permanecería hasta el final de la Guerra Civil. Sin embargo, le siguió «picando el gusanillo de la escritura» y empezó a mandar colaboraciones al suplemento literario semanal de Las Noticias y después en El Día Gráfico. Entonces, en 1935, se le ocurrió utilizar el seudónimo de « Silvia Mistral», influida por su lectura del poeta Federico Mistral y desde ese momento no volvió a usar su verdadero nombre.
Más adelante, su labor periodística se centró en la crítica de cine; aceptaron sus críticas cinematográficas en la revista Popular Film, donde colaboraban los futuros directores Antonio del Amo y Rafael Gil. Después pasó a Films Selectos y Proyector.
En julio de 1936, Silvia Mistral se iba a hacer cargo de la sección de publicidad de la Paramount, sustituyendo a la escritora gallega María Luz Morales. Al estallar la guerra, todos esos proyectos relacionados con el cine se vinieron abajo y continuó con su trabajo en la fábrica. Por entonces no era todavía una militante anarquista convencida –según decía, por incompatibilidad con su padre, que sí lo era–, pero la necesidad de estar sindicada la llevó hasta la CNT. Gracias a ello pudo continuar escribiendo en la revista Umbral de la CNT que se había trasladado a Barcelona. Sus artículos de cine estaban ilustrados por los dibujantes Viejo y José Horna. Una crónica sobre el éxodo de Teruel la ilustró la fotógrafa Kati Horna, con la que continuó colaborando en el exilio. Escribió cuentos y fue secretaria de la revista Nuevo Cinema, creada por el Partido Comunista, donde seguía haciendo críticas de cine. También realizó algunas crónicas de guerra para la La Vanguardia, entonces colectivizada, y se encargó de la sección ciematográfica de la radio de la Generalitat. Ya en el año 1938 conoce a Ricardo Mestre, miembro del Comité Nacional de la CNT; al poco tiempo se casaron y salieron juntos de Barcelona al exilio rumbo a Francia; allí estuvieron seis meses separados. En el refugio del pueblo de Gard, Silvia escribió el Diario de una refugiada, en el que plasmó su salida
de España, la situación de las mujeres españolas refugiadas y su visión del exilio republicano. Esta obra puede considerarse uno de los primeros testimonios femeninos del exilio español. Permaneció en Francia hasta que Ricardo Mestre pudo arreglar el viaje a México para los dos en el vapor Ipanema. Llegaron al puerto de Veracruz el 7 de julio de 1939.
En México su Diario se publicó en ocho capítulos en la revista Hoy, con ilustraciones del sevillano Francisco Carmona. En 1940 fue publicado por la editorial mexicana Minerva con el título de Éxodo. Diario de una refugiada española. Allí, como otras exiliadas, Ana María Muriá, Cecilia Guilarte y María Luisa Algarra, tuvo que dedicarse a escribir novela rosa para sobrevivir; una de las más exitosas fue Rosas imperiales, que situaba la trama en la época del emperador Maximiliano; de ella se tiraron cinco mil ejemplares. Continuó escribiendo cuentos para la revista Aventura y crónicas mexicanas ilustradas por Kati Horna, también refugiada en México.
Además, como periodista siguió especializada en la crítica cinematográfica. En la revista El Exhibidor inauguró la sección de «Cinemanías» y luego colaboró asiduamente en Arte y Plata. Escribió también durante muchos años en el diario Excélsior y en la prensa del exilio español. Ella recordaba un artículo titulado «La ciudad de México se hunde» escrito para la revista Estampa y sus colaboraciones en la crítica de libros para Solidaridad Obrera editada de nuevo en México.
También escribió cuentos como Madréporas, que ilustró Ramón Gaya, dedicado a su hija Silvia, nacida en 1942. Su condición de madre sin ayuda alguna limitó sus posibilidades como escritora y periodista, según ella misma reconocía, aunque le inspiró para escribir más cuentos como La cola de la sirena, El niño de la banda y La cenicienta china.
A lo largo de su vida colaboró con la prensa anarquista de diversos países de América Latina; sus artículos recordaban a menudo las experiencias de las mujeres españolas durante la Guerra Civil, como el que lleva por título « Esperanza la miliciana», publicado en La Habana en 1960, donde describe a una de las «heroínas anónimas» que había luchado junto a la organización anarquista de « Mujeres Libres». Murió en Ciudad de México en el verano de 2004. [PDP]

Bibliografía
Domínguez Prats, Pilar, De ciudadanas a exiliadas: un estudio sobre las republicanas españolas en México, Madrid, Cinca, 2009.
— Entrevista a Silvia Mistral, realizada por Pilar Domínguez Prats, México,
1984.
Rodrigo, Antonina, «Silvia Mistral, escritora del exilio», El País, 22 de agosto de
2004.
Samblancat Miranda, Neus, «Éxodo. Diario de una refugiada española de Silvia Mistral», en: Roger González Martell (ed.), La literatura y la cultura del exilio republicano español de 1939. Actas del II Coloquio Internacional, La Habana, CHE, 2000, pp. 157-167.