Sánchez Barbudo, Antonio

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Sánchez Barbudo, Antonio

Nacimiento: 1910, Madrid, provincia de Madrid

Fallecimiento [1995], Palm Beach (EE.UU)

Biografía:

Desde muy pequeño, sus padres se separaron lo que le convertiría en un niño muy peculiar en la España de principios de siglo. Estudió en Madrid en un colegio de frailes y con ocho años murió su madre a consecuencia
de la gran gripe de 1918. Desde entonces vivió con su padre y su segunda mujer, y por cuestiones laborales se trasladaron a Mallorca y Barcelona.
Inició los estudios de Bachillerato en Barcelona, pero la muerte de su progenitor en 1922 le obligó a vivir con parientes y a retornar a Madrid, donde continuó sus estudios en el Instituto de San Isidro. Como tenía dificultades económicas, decidió estudiar una carrera práctica y corta que le permitiera tener independencia económica y escogió Técnico Químico que se impartía en la Escuela Industrial (1926). Sin embargo, pronto comprobó sus inclinaciones por el arte y la literatura.
En 1929 se despertó en él un vivo interés hacia la política con motivo de la agitación estudiantil en la etapa final de la dictadura de Primo de Rivera. En 1930 se afilió al recién formado Partido Republicano Radical Socialista dirigido por Álvaro de Albornoz y no tardó en ser elegido para el Comité Directivo de las Juventudes. Debido a su participación en un frustrado intento de asalto al Cuartel de la Montaña, fue encerrado en la cárcel Modelo de Madrid algunos meses.
Poco tiempo después de salir de la cárcel se proclamó la II República. Fue el momento en que decidió convertirse en escritor y periodista. Conoció a Enrique Azcoaga y a Arturo Serrano Plaja, quienes le ayudaron a publicar algunos artículos en periódicos de provincias, en La Gaceta Literaria y, a fines de 1931, a publicar en las páginas literarias de El Sol, lo que le supuso cierto reconocimiento en el ámbito literario y periodístico.
Su primer trabajo fue en el Patronato de las Misiones Pedagógicas como empleado del Ministerio de Instrucción Pública. Participó en distintas misiones entre 1932 y 1935 organizadas por el Instituto-Escuela, que le ofrecieron la oportunidad de viajar por numerosos pueblos y de conocer a muchos profesores e intelectuales de aquellos años como María Zambrano, Ramón Gaya, Rafael Dieste o Luis Cernuda. De estos viajes salieron varios reportajes que publicó en distintos periódicos de Madrid.
A fines de 1932 fundó la revista Hoja Literaria, con Arturo Serrano Plaja y Enrique Azcoaga, en la que colaboraron Rafael Alberti y Luis Cernuda. Pretendían con ella una vuelta a lo humano en literatura y rechazaban el vanguardismo y la «deshumanización». Publicó, igualmente, en los periódicos Luz y Diario de Madrid. Participó en la fundación de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura y se convirtió en colaborador habitual de revistas como Misiones Pedagógicas, Almanaque Literario, Isla, Literatura, Noreste, Nueva Cultura, o P.A.N.
La Guerra Civil le sorprendió junto a Ramón Gaya realizando una de las tareas de las Misiones Pedagógicas en un pueblo de Cuenca. Cuando el Gobierno republicano se trasladó de Madrid a Valencia a finales de
1936, también se marcharon un grupo de intelectuales que desarrollaron tareas culturales y de propaganda. En Valencia, Sánchez Barbudo puso en marcha El Buque Rojo, revista ilustrada, y trabajó como editor, secretario y redactor de la revista mensual Hora de España, una de las más importantes de la guerra, que comenzó su andadura en enero de 1937 en Valencia. Entre los fundadores se encontraban Manuel Altolaguirre, Rafael Dieste, Juan Gil-Albert, Ramón Gaya y Carlos Esplá. En esta revista se reunió la juventud republicana, antifascista y frentepopular, defensora de la literatura española. Sus artículos pueden verse también en Mono Azul y compartió con J. Herrera Petere el Premio Nacional de Literatura por su novela Entre dos fuegos (1938).
Luchó activamente en el frente asignado a un batallón de las Brigadas Internacionales que combatió en Guadalajara, Madrid y Teruel. Fue comisario de la Escuela Militar de la 45 División instalada en Cambrils, donde permaneció hasta septiembre. En 1938 se casó con Ángela Selke y tuvo una hija. Dirigió el periódico del Ejército del Este, tarea en la que estuvo ocupado hasta el final de la guerra.
A principios de febrero de 1939 se exilió a Francia, donde fue retenido en un campo de concentración hasta que logró salir y se instaló en Poitiers. Pero pronto se embarcó en el Sinaia junto a su mujer y su hija. Primero se instalaron en México donde publicó ensayos, cuentos, notas y artículos en Taller, la revista literaria que dirigía Octavio Paz y en la que colaboraron intelectuales muy conocidos como María Zambrano, Francisco Giner de los Ríos y José Bergamín. Fue miembro del Comité de Redacción de Romance, junto a José Herrera Petere y Juan Rejano, revista literaria destacada por configurarse como una de las principales del exilio en la que participaron Enrique Díez-Canedo, Rafael Alberti, César M. Arconada, Paulino Masip, María Zambrano y otros. Tenía una profunda preocupación por España y su discurso estaba lleno de interrogantes, de expectativas, y no tanto de un análisis de las estructuras sociales, económicas y políticas. Escribió igual- mente en Letras de México, cuya edición corrió a su cargo durante algún tiempo, y a partir de 1943 en El Hijo Pródigo, revista mexicana de literatura. Colaboró también en los periódicos El Nacional y Novedades.
En 1945 se trasladó con su mujer e hija a Estados Unidos, iniciando una segunda etapa de exilio, en la que experimentó un fuerte cambio de forma de vida. De joven escritor y periodista, se convirtió en crítico y profesor de la Universidad de Texas y más tarde de la Universidad de
Wisconsin, donde se quedó hasta su jubilación en 1980. Tuvo estancias de investigación en Washington y Nueva York, fue profesor visitante en Yale University y en Berkeley, universidades en las que impartió clases de literatura, crítica y periodismo.
A partir de 1958 realizó algunos viajes a España y adquirió la nacionalidad norteamericana. Fue retomando el contacto con el mundo litera- rio y periodístico, y se reencontró con algunas amistades de su juventud que fueron volviendo a partir de los años sesenta. Desde entonces visitó en numerosas ocasiones Madrid y otras ciudades, y siguió de cerca la evolución hacia la democracia. Viajó por Europa e Iberoamérica, donde impartió distintas conferencias sobre España.
Entre sus novelas destacan, Sueños de grandeza (1946), el ensayo Una pregunta sobre España (1945) y numerosos estudios sobre Pérez Galdós, Unamuno, Machado y Juan Ramón Jiménez. [M ESF]

Bibliografía
Sánchez Barbudo, Antonio, Una pregunta sobre España, Ciudad de México, Centauro, 1945.
— Ensayos y recuerdos, Barcelona, Laia, 1980.
VV. AA., Antonio Sánchez Barbudo, monográfico revista Anthropos, n.º 149, 1993.