Abad de Santillán, Diego

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Abad de Santillán, Diego

Nacimiento: 1897, Reyero, provincia de León

Fallecimiento ??/10/1983, Barcelona, provincia de Barcelona

Biografía:

Nació en 1897, con el nombre de Silesio-Baudilio García Fernández. De familia muy humilde, su padre, que trabajaba como herrero, se vio obligado a partir para Argentina en 1900 con el fin de ganar el dinero suficiente para adquirir tierras y mantener su hogar. Diego alternaba el trabajo en el campo con la enseñanza primaria en la escuela del pueblo. En 1905 toda la familia se trasladó a Santa Fe (Argentina), siendo esta experiencia de emigración muy impactante para él. En su nuevo lugar de residencia continuó en la escuela hasta los diez años, edad considerada suficiente para entrar en la vida laboral activa. Comenzó a trabajar en una herrería y posteriormente realizó tareas como carpintero, peón de albañil y ferroviario. Ávido de conocimiento y de abrirse camino en ocupaciones de otro tipo, asistió a una escuela nocturna donde aprendió rudimentos de tipografía y también a una escuela comercial, pero su formación fue sobre todo autodidacta, por la oposición de su padre a que se dedicara sólo al estudio.
La diferencia generacional fue un obstáculo para su desarrollo intelectual y decidió dejar su familia y volver a su aldea natal cuando contaba con dieciséis años. Ingresó en el Instituto de León para cursar los estudios secundarios y, una vez obtenido el título de bachiller, se desplazó a Madrid. En la capital se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras, en la sección de Lengua y Literatura clásicas, mientras estallaba la I Guerra Mundial. Llevaba una vida bohemia, asistía a tertulias de escritores, poetas y artistas, y poco a poco fue introduciéndose en la vida política. Éste fue el momento en que adoptó el seudónimo de «Diego Abad de Santillán». Debido a su participación en la huelga de 1917 estuvo detenido en la cárcel Modelo de Moncloa, donde entabló los primeros contactos con anarquistas. Ante la disyuntiva de hacer el servicio militar o de salir ilegalmente de España y regresar a América, optó por esta segunda opción.
A finales de 1918 emigró de nuevo a Argentina. En un principio vivió con su familia en Santa Fe y no tardó en vincularse con los núcleos libertarios de la ciudad. Publicó en la revista La España Futura, que vio pocos números, y comenzó a colaborar con la prensa obrera y anarquista. Se incorporó a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y se introdujo de lleno en su conocido órgano de expresión La Protesta, en cuyo grupo editor encontró un clima afectivo y de compañerismo. Poco a poco se fue sumando a la agitación obrera y de la dinámica de las organizaciones sindicales. Participó en varias huelgas y formó parte del grupo fundador de la editorial Argonauta.
Emigró temporalmente a Alemania a principios de 1922, centro estratégico europeo, como corresponsal de La Protesta. Desembarcó en Hamburgo y se instaló en Berlín, donde difundió este diario y también el Suplemento de La Protesta, para quien captó a colaboradores y firmas conocidas. En la capital alemana estuvo en contacto con periodistas y colaboradores de prensa anarquista como Der Syndikalist y Der freie Arbeiter. Ingresó en la Facultad de Medicina, donde entabló cierta amistad con los emigrados rusos con quienes colaboró en las revistas que editaban. Fue uno de los fundadores de la Asociación Internacional de Trabajadores (1922), al tiempo que tradujo las obras de Bakunin y de otros autores anarquistas. Viajó a Holanda y Francia para cuestiones de la AIT, se casó y tuvo un hijo.
En la segunda mitad de 1926 regresó a Argentina, continuando su trabajo en La Protesta. La situación en las calles era cada vez más conflictiva y Abad de Santillán iba tomando conciencia de las desigualdades sociales y económicas que imperaban en el país. Este incremento de la conflictividad y su creciente implicación en cuestiones políticas le obligaron a emigrar a Uruguay. Desde este segundo exilio hizo un breve viaje a Madrid en junio de 1931 para asistir a un Congreso Extraordinario de la CNT. Estuvo en Vigo y en Barcelona, ciudad que en aquellos momentos registraba una gran actividad política y sindical. Después volvió a Montevideo y se arriesgó a pasar a Buenos Aires, pero la vida argentina le había causado muchos desencantos y decidió volver a España. En Santa Fe dejó a su familia paterna, a su mujer y a su hijo.
Se instaló en Barcelona y a partir de 1934 trabajó para el periódico Solidaridad Obrera, dirigió Tierra y Libertad –principal órgano de expresión de la FAI– y fundó la revista Tiempos Nuevos, así como suplementos, libros y ensayos. En su época como director, ambas publicaciones aumentaron su influencia, difusión y tirada a pesar de las dificultades para la prensa anarquista, suspendida en varias ocasiones por orden gubernativa.
Ambas publicaciones se convirtieron en los referentes nacionales de este tipo de publicaciones. En junio de 1938 fundó y dirigió, junto a Carlos Baraibar, la revista Timón, de orientación político-social.
Se convirtió en líder muy destacado de la FAI y la CNT, y durante la Guerra Civil formó parte del Gobierno de la Generalitat de Cataluña como consejero de Economía. Trabó amistad con los principales del anarquismo como Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso y Juan Gar- cía Oliver. En representación de la FAI formó parte del Consejo de Milicias Antifascistas de Cataluña, que se constituyó en el único Gobierno de Barcelona durante los primeros días de la Guerra Civil. Tras los sucesos de mayo de 1937, se apartó de toda actividad política oficial. Desde la revista Timón y la empresa editorial ETYL ejerció una fuerte crítica de la gestión de la guerra que estaba desarrollando el Gobierno, resumida en su libro publicado en 1940. Por qué perdimos la guerra: una contribución a la historia de la tragedia española.
En 1939 pasó a Francia, donde fue a parar al campo de concentración de Saint-Cyprien, del que consiguió escapar. Una vez libre, volvió a Argentina, donde escribió varios libros sobre el movimiento obrero español, la historia de España y la guerra, así como preparó una gran enciclopedia argentina de nueve tomos, un diccionario enciclopédico universal de doce tomos, traducciones y ediciones de libros. También colaboró en diversas revistas como Comunidad Ibérica.
Regresó a España en 1976 convencido de las posibilidades de convivencia y paz. Publicó sus memorias hasta 1936 y dejó pendiente la segunda parte de su biografía que nunca llegó a terminar. Con un sentimiento de falta de adaptación a la España de los setenta, decidió retornar a Argentina hasta 1982, año en el que de nuevo regresó para morir en Barcelona en octubre de 1983. [MESF]

Bibliografía: Abad de Santillán, Diego, Memorias, 1897-1936, Planeta, Barcelona, 1977; Casanova, Julián, «Diego Abad de Santillán: memoria y propaganda anarquista», Historia Social, n.º 48, 2004, pp. 129-147.