Esplá Rizo, Carlos
Nacimiento: 23/6/1895, Alicante, provincia de Alicante
Fallecimiento 1971, México DF
Biografía:
Su familia era de ideales republicanos y en su entorno se movían algunas de las personas que mayor influencia ejercieron en su formación, como su abuelo Rafael Rizo, republicano y masón, el doctor Antonio Rico Cabot, presidente de la Unión Republicana hasta 1905, y, en menor medida, el escritor Salvador Sellés. De ellos aprendió el gusto por la cul- tura y los libros, el anticlericalismo, el amor a la libertad y el compromiso con los débiles.
Sus primeras experiencias periodísticas se desarrollaron en la Escuela de Comercio de Bernacer y Mileto, donde editó junto a otros compañeros el periódico literario La Ilustración y el semanario La Constancia, pero fue, sobre todo, en El Luchador de Alicante donde se plasmó su talento periodístico y sus ideas políticas. Utilizando el seudónimo de «Valentín Carrasco», participó de forma activa en este periódico, portavoz de los republicanos de izquierda en la ciudad levantina. Los contenidos de numerosos artículos, cargados de un lenguaje provocador e impetuoso, crítico contra el ayuntamiento, le costaron la cárcel en 1913 y un primer destierro a Valencia en 1916.
En esta ciudad inició una fructífera etapa de tres años, en la que trabajó para el diario republicano El Pueblo, fundado por Vicente Blasco Ibáñez, y dirigido por Félix de Azzati. Hasta su dedicación casi exclusiva como redactor habitual en este diario, siguió colaborando en El Luchador y emprendió dos aventuras periodísticas de escaso éxito. La primera de ellas fue Renovación, de corta duración por la imposibilidad de financiarla, y Alma Joven, revista que dio nombre al grupo «Generación del Alma Joven» integrado por escritores y pensadores valencianos. En esta etapa entró en contacto con numerosos periodistas y escritores, y, sobre todo, afianzó sus horizontes políticos gracias a su amistad con Marcelino Domingo, Santiago Rusiñol y el propio Blasco Ibáñez, quien se convirtió a partir de 1921 en su principal referencia. Igualmente, entró a formar parte de la logia masónica Federación Valentina con el nombre simbólico de «Gorki13». En El Pueblo y El Luchador escribió numerosas críticas contra la progresiva injerencia de los militares en los asuntos del gobierno, a raíz de la creación de las Juntas de Defensa, en un contexto económico y social al que no permaneció indiferente.
Carlos Esplá manifestó su descontento respecto a la línea política seguida por el blasquismo y el diario El Pueblo, y, en cierta manera para no fomentar la división entre los republicanos, abandonó Valencia y se marchó a París en marzo de 1923. En la capital francesa conoció a Eduardo Ortega y Gasset, Corpus Barga, Julián Gorkin, y León Hollín, entre otros, siendo ésta una de las etapas periodísticas más fructíferas. Allí trabajó como corresponsal de El Pueblo, Las Provincias, El Luchador y Diario de Alicante. Sus artículos y corresponsalías empezaron a gozar de gran prestigio internacional y se publicaron en los principales diarios españoles (Heraldo, La Voz, La Publicidad, El Liberal, El Sol, Crisol, La Calle, La Vanguardia), franceses (Le Quotidien, L’Humanité y L’Œuvre) e italianos (Il Corriere degli Italiani). Era asiduo también de Hojas Libres, el periódico que desde Hendaya dirigía Eduardo Ortega y Gasset. Fruto de los contactos con Miguel de Unamuno y Vicente Blasco Ibáñez, nació en
1925 el ansiado proyecto de Esplá, España con Honra, desde el que combatieron a la monarquía de Alfonso XI I I y la dictadura de Primo de Rivera. En septiembre de 1930 fue elegido vicepresidente de la Asociación Internacional de Periodistas, organismo que reunía a los corresponsales de los principales periódicos del mundo ante la Sociedad de Naciones. Precisamente, en ese año decidió regresar a España para participar de los acontecimientos y del proceso electoral que tendría lugar un año más tarde.
Con la proclamación de la República, fue nombrado gobernador civil de Alicante durante un breve periodo de tiempo y poco más tarde, en junio de 1931, ocupó el mismo cargo en Barcelona, donde contribuyó a la elaboración del Estatuto de Nuria y al apaciguamiento de los conflictos obreros que habían surgido en la capital catalana en los primeros meses de la República. Igualmente fue jefe de la Oficina de Prensa del ministro
de Estado, Alejandro Lerroux, diputado de Acción Republicana y miembro de tres logias masónicas.
Muy amigo de Manuel Azaña, durante su gobierno fue nombrado subsecretario de Gobernación (1931-1933) y presidente de la Comisión de Transferencias del Estatuto de Cataluña, para ocupar unos años más tarde el puesto de subsecretario de la Presidencia (1935-1936). Durante este primer bienio apenas escribió, porque estuvo dedicado a la política, sin embargo, entre 1933 y 1935 redactó numerosos artículos para periódicos catalanes como Mirador, La Rambla, La Publicitat, y también para El Luchador de Alicante. En 1935 junto a Luis Bello, fundó el periódico Política, órgano de expresión de Izquierda Republicana.
Durante la Guerra Civil, Esplá ocupó la cartera de Propaganda (1936-1937) y centró sus esfuerzos en la difusión de la cultura y la causa republicana. Este esfuerzo tuvo como resultado la revista Hora de España. Ocupó también el cargo de subsecretario de Estado desde abril de 1937 hasta mayo de 1938 y la vicepresidencia de Izquierda Republicana. Cuando acabó la guerra, decidió marcharse nuevamente al exilio parisino, para retomar una frenética actividad publicística en defensa de la República. En París estuvo con Azaña y Giral, y trabajó de corresponsal para el diario argentino Noticias Gráficas. Con la llegada de las tropas alemanas a Francia, Esplá se vio obligado a partir hacia América. Embarcó hacia Argentina en julio de 1940, donde le nombraron redactor jefe de Noticias Gráficas y corresponsal de la Agencia Reuter. No obstante, decidió continuar viaje hacia México, donde se ocupó de organizar los fondos de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE). Fue miembro del primer movimiento unitario habido entre los republicanos en el exilio, Acción Republicana Española (ARE), y también de la Junta Española de Liberación (JEL). En 1943 no ocupaba ya ningún cargo político remunerado y vivía de las traducciones que realizaba para ediciones Minerva, una editorial mexicana dirigida por exiliados españoles, y para las editoriales UTEHA y González Porto.
Trabajó como traductor y cronista de varios periódicos mexicanos con el seudónimo de «El Valijero». Durante su estancia en México (1940-
1950) escribió para los tres principales periódicos políticos del exilio, España (órgano de la JEL), España Nueva (órgano del gobierno republicano en el exilio) e Izquierda Republicana, y colaboró con otras semanarios y revistas europeas y americanas. Desde 1951, se afincó en Estados Unidos ejerciendo de traductor en Naciones Unidas para la Panamerican Sanitary Bureau, puesto en el que permanecería hasta el final de sus días, a pesar de que se jubiló en 1960. En este periodo viajó a París, Ginebra
y otras ciudades, pronunció diversas conferencias y nunca abandonó el activismo político contra el franquismo. La muerte de su esposa Rosa en
1961 le animó a instalarse de nuevo en Europa, pero en 1965 le sobrevino una depresión que le apartó de toda actividad.
Murió en su casa de México en 1971, víctima del cáncer y de su larga depresión, como consecuencia de su experiencia como hombre honesto, fiel y consecuente con sus ideales, respetuoso y siempre dispuesto a sacrificar su proyección personal y profesional al servicio de aquello en lo que creía: el ideal republicano, la República como una forma viable de gobierno en España. En esa lucha, su actividad y su talento periodístico constituyeron sus principales armas. [M ESF]
Bibliografía
Angosto Vélez, Pedro Luis, Sueño y pesadilla del republicanismo español. Carlos
Esplá: una biografía política, Madrid, Biblioteca Nueva, 2001.
— «Carlos Esplá: anticlericalismo y masonería en un republicano del siglo xx»,
Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Hª Contemporánea, t. 15, 2002, pp. 229-
257.
— La insurrección contra la inteligencia. Epístolas republicanas: Carlos Esplá, Amós
Salvador y Ángel Ossorio y Gallardo, Madrid, CIERE, 2007.
— y Puig, Julia (eds.), Carles Esplá, un periodista republicá. Cròniques, conferènces i correspondencia amb Tarradellas, Valencia, Universidat de València, 2007.
Esplá Rizo, Carlos, Unamuno, Blasco Ibáñez y Sánchez Guerra en París. Crónicas de París y otros escritos periodísticos. 1916-1930, introd., sel. y notas de Pedro Luis Angosto Vélez y Encarna Fernández, Alicante, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2002.
— Mi vida hecha cenizas (Diarios, 1920-1965), introd., sel. y notas de Pedro Luis
Angosto Vélez y Encarna Fernández, Sevilla, Renacimiento, 2004.
— Pensamientos, sentimientos y añoranzas de un desterrado. Artículos y discursos (1931-1965), recop., introd., sel. y notas de Pedro Luis Angosto Vélez y Encarna Fernández, Alicante, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert,
2004.