Nelken Mansberger, Margarita
Nacimiento: 5/7/1894, Madrid, provincia de Madrid
Fallecimiento 9/3/1968, Ciudad de México (México)
Biografía:
Hija de inmigrantes judeo-alemanes, Margarita Nelken Mansberger nació en Madrid. Tras cursar primaria en una escuela madrileña, sus padres la enviaron a París para que estudiase, pintura, piano, armonía y periodismo, sus grandes y tempranas vocaciones. Encandilada por la pintura, Margarita aprendió a manejar los pinceles y los colores al lado de Eduardo Chi- charro y María Blanchard, realizando varias exposiciones en París, Viena, Barcelona y Bilbao entre 1914 y 1916. Un problema oftalmológico que pudo dejarla ciega, le obligó a abandonar la pintura, dedicándose entonces a publicar críticas en las revistas más prestigiosas de Europa, actividad que venía haciendo desde los quince años, en que publicó sus primeros artículos en la revista británica The Studio y en la francesa Mercure. Su inteligencia, su vitalidad, su enorme cultura y su perspicacia crítica hicieron que sus artículos fuesen requeridos –dado su dominio perfecto del castellano, el inglés, el francés y el alemán– por otras revistas como las francesas L’Art et les Artistes, L’Art Décoratif, Arts, La Gazette des Beaux-Arts, La Renaissance Contemporaine; la italiana Vita d’Arte; o la alemana Uber Land und Meer, convirtiéndose en una crítica respetada en toda Europa.
Cuando regresó a España debido a la muerte de su padre, siguió escribiendo críticas pictóricas para Blanco y Negro, La Esfera, Nuevo Mun- do y La Ilustración Española y Americana, pero su aproximación a la reali- dad social de la Europa de su tiempo le empujó a escribir artículos sobre la condiciones de vida y trabajo de la mujer, la maternidad, el feminismo o la explotación de la clase trabajadora en periódicos españoles como El Imparcial, La Libertad, La Calle, El Pueblo o El Luchador, y argentinos como La Razón, La Prensa y El Hogar, muchos de los cuales eran tachados íntegramente por la censura. Nelken era una periodista pasional, con una energía desbordante y poca amiga de las metáforas. Sus artículos iban directamente al meollo de la cuestión sin escatimar nombres, calificativos ni propuestas de acción directa. Si bien su extensa cultura le permitía escribir sobre cualquier cosa, poco a poco fue adentrándose en los problemas de la mujer, dedicando muchos artículos a describir el día a día de las mujeres que trabajaban y tenían hijos, de las amas de casa, de las prostitutas, declarándose abiertamente partidaria de la abolición de la prostitución y advirtiendo de la rémora que para el progreso social supo- nía la ignorancia en la que se tenía sumidas a las mujeres.
En 1919, impulsada por el deseo irrefrenable de hacer algo para mejorar la vida de las mujeres y los niños abandonados, fundó La Casa de los Niños, una institución que llegó a albergar a más de ochenta niños de madres solteras y casadas que no podían alimentarlos. Las enseñanzas que se impartían en el hogar y las relaciones que mantenían los educado- res y cuidadores con las madres fueron foco de críticas durísimas por parte de las «señoras» de la alta sociedad madrileña, viéndose forzada a cerrarla, cuando el principal mecenas de la misma le dijo que retiraría sus fondos si no sustituía al personal laico por otro religioso.
Cuando en septiembre de 1923, Primo de Rivera llegó al poder, Mar- garita Nelken era una de las periodistas más incisivas de España y una de las principales dirigentes del movimiento feminista. Sus conferencias eran interrumpidas por la Guardia Civil y, en más de una ocasión, pasó del Ateneo a la cárcel. Fueron años difíciles, pues raramente la dictadura consentía que sus comprometidos artículos salieran a la luz.
Con la llegada de la República, un grupo de mujeres sin derecho a voto decide presentarse a las elecciones legislativas: Clara Campoamor, Carmen de Burgos, Victoria Kent, Isabel Palencia, Matilde Huici y Mar- garita Nelken. Tres de ellas consiguieron acta, Victoria Kent, Clara Campoamor y Margarita Nelken, pero Margarita no podría formalizar su condición de diputada hasta que unos meses después de los comicios consiguió la nacionalidad española. En pleno proceso constituyente, las tres diputadas protagonizaron uno de los episodios más apasionantes de la vida parlamentaria del momento, en torno al derecho al voto femenino, que defendía Clara Campoamor y negaban Kent y Nelken alegando que el analfabetismo y la dependencia del clero de las mujeres harían mucho daño a la República.
Afiliada al Partido Socialista desde antes de la instauración de la República y diputada por Badajoz, Margarita Nelken fue la única mujer elegida diputada en los tres comicios republicanos. Redactora y colaboradora de La Libertad, La Calle, La Voz, Heraldo y El Socialista, Nelken apoyó la huelga de Asturias de octubre de 1934 como única opción para impedir la entrada en el Gobierno de la CE DA, cuyo líder, José María Gil Robles, había hecho públicas manifestaciones de su admiración por Mussolini. Tras la salvaje represión de la huelga, Nelken abandonó España estableciéndose un año en Moscú, regresando unos meses antes de las elecciones de febrero de 1936 que darían el triunfo al Frente Popular.
Al estallar la guerra, Margarita Nelken decide combatir directamente al enemigo y se va a las trincheras, desde donde escribe magníficos reportajes sobre la vida en los frentes de Guadalajara, Brunete, Madrid y Extremadura para la revista La Estampa. Desde Mundo Obrero –a finales de 1936 se había afiliado al Partido Comunista–, colabora en la campaña organizada por el Gobierno para evacuar niños de las zonas de más alto riesgo, quedándole tiempo todavía para asistir al Congreso Mundial de Intelectuales Antifascistas que se celebró en julio de 1937 en Valencia, Madrid y Barcelona. Los últimos meses de la guerra los pasó en Barcelona escribiendo crónicas de guerra para Mundo Obrero y La Vanguardia. Al acabar la contienda, Nelken se exilió en Francia y Rusia, partiendo después del verano de 1939 hacia México, donde viviría el resto de su vida. Expulsada del Partido Comunista por discrepar de la política predicada desde la dirección, Margarita Nelken colaboró con los gobiernos republicanos en el exilio. Desde su llegada a México, su vida periodística estuvo estrechamente ligada al periódico Excélsior, donde tenía una sección dedicada a la crítica y la cultura. Murió en Ciudad de México el 9 de marzo de 1968.
Obras destacadas: Glosario (Madrid, 1917); La condición social de la mujer. Su estado actual: su posible desarrollo (Madrid, 1919); En torno a nosotras (Madrid, 1927); Las escritoras españolas (Madrid, 1930); La mujer ante las Cortes Constituyentes (Madrid, 1931); Primer Frente (México,
1944); El expresionismo mexicano (México, 1965). [PLAV]
Bibliografía
Mangini, Shirley, Las modernas de Madrid, Barcelona, Península, 2001.
Rodrigo, Antonina, «Margarita Nelken», Historia y Vida, n.º 127, 1978.
Servén Diez, M.ª Carmen, «Feminismo y creación narrativa en los años veinte»,
Dossiers feministes, n.º 1, 1998, pp. 102-108.
Véase además Nelken Mansberger, Margarita (Diccionario biográfico del socialismo español 1879-1975)