Torrijos Carmona, Ricardo
Nacimiento: 18/7/1922, Madrid, provincia de Madrid
Fallecimiento [?]
Biografía:
Efectuó su Educación Media en el Colegio Imperial (Instituto de San Isidro) en Madrid. Durante la Guerra Civil se trasladó a Francia, forman- do parte de un grupo de españoles que fueron muy bien acogidos en Ivry, al Sur de París, por parte de su alcaldía comunista.
Se inició como maestro de Primera Enseñanza en París, en 1937 (Campo de Refugiados del Gobierno de Euzkadi). Cursó su educación superior en el Collège des Sciences Sociales et Économiques de París, donde se diplomó en tres disciplinas: Relaciones Públicas e Información, Economía y Relaciones Industriales. Posteriormente, ampliaría sus estudios en diversas universidades estadounidenses.
Regresó al interior en 1943, a las Islas Canarias, donde participó en la resistencia antifranquista, dentro de la Unión Nacional Española, de filiación comunista. Saldría definitivamente de España en 1949, ya muy desencantado de su vinculación con el PCE, para recalar en Venezuela.
Fue profesor en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Andrés Bello. Culminaría su larga actividad docente como fundador y titular de una cátedra de posgrado en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (Escuela de Salud Pública, Dirección de Hospitales).
De 1952 a 1961 dirigió, en Caracas, el semanario El Español, «Semanario Independiente (Al Servicio de los Intereses Hispano-Venezolanos)». Según su propio testimonio, los colaboradores fijos fueron «el Dr. Juan de las Casas Lobato, Dr. José A. Balbontín, Dr. Vicente Álvarez Buylla, Dr. Miguel Zaera (Consejos Médicos), D. Luis de Oteyza (Historia en Anécdotas), J. Rodríguez Álvarez (Poemas), Ángel Bustinduy (Fútbol), Dr. Antonio Villaverde (Toros), Teatro, Ricardo Torrijos Jr. (Pronósticos Hípicos), Facundo de Mingo (Temas esotéricos)». Semanalmente, el Gobierno vasco le enviaba Euzko Deya, «de ahí sacaba la información más valiosa del periódico. Lo sucedido en el interior. Asimismo, recibía las publicaciones democráticas con quien tenía acuerdos: revista Cuadernos (del Congreso por la Libertad de la Cultura), España Republicana, Ibérica, CNT, de donde sacaba material. El Ministerio de Información del Gobierno en el Exilio enviaba también material».
Colaboradores esporádicos fueron Félix Gordón Ordás, Fernando Valera Aparicio, el general Emilio Herrera, Julio Just, Eduardo Ortega y Gasset, Julián Gorkin, Salvador de Madariaga, Federico de Onís (Universidad de Nueva York), Albert Camus, J. A., Cova (presidente de la Academia de la Historia de Venezuela y vicepresidente del Senado), Claudio Sánchez Albornoz (representante oficioso del Gobierno republicano en Argentina), Carlos Fernández Shaw (representante oficioso del Gobierno republicano en Colombia), Carlos Carranza (director de España Republicana en Buenos Aires), José del Río (ex ministro de la República y presi- dente de la Junta de Exiliados).
En la misma imprenta donde se hacía El Español editó, entre 1954 y
1955, el modesto semanario Canarias, dedicado a la colonia canaria en
Venezuela.
Para conseguir los recursos y distribuir el periódico, el «principal colaborador fue –por espacio de mucho tiempo–, un curtido anarquista madrileño, el Sr. Ciro Pico. Este hombre singular, militó en la CNT toda su vida, en el Sindicato de la Construcción. Trabajaba en el área de la piedra artificial. Cuando le conocí, al comienzo de la década del cincuenta, tendría unos setenta años y se desempeñaba como conserje del edificio, donde yo vivía».
Se enviaban 250 ejemplares destinados al Gobierno en el exilio. Además, según el propio Ricardo Torrijos, «los sábados en la mañana, cuando me entregaban el periódico, hacía un paquete y lo llevaba a Air France. El domingo lo tenían en París y el lunes estaba en la frontera y la red republicana lo introducía en España. A Air France le pagaba este servicio, insertándole dos avisos cabeceros en el periódico. Se remitían también a todos los obispos de España y a los directores de los periódicos. Uno de Santander me escribió, cuando dejó de recibirlo».
El sistema comercial era el siguiente: «tenía varias empresas patrocinantes que me compraban una cierta cantidad de ejemplares. A nombre ellos los enviaba a las pensiones donde vivían españoles (unas 200); a las barberías, bares de españoles y a los sesenta consultorios médicos de españoles. Una tarjeta insertada en el periódico decía: “Este ejemplar de El Español es un obsequio de…”. El procedimiento tenía doble propósito: cada ejemplar tenía una vigencia de una semana, leyéndolo mucha gente. Era una forma de tener garantizada una circulación pagada».
En 1962 el cónsul general de Franco en Venezuela consiguió que todos los anunciantes retirasen su publicidad. Esta extorsión económica acabó con la vida del periódico, porque los principales anunciantes eran las líneas navieras y las agencias de viajes. En 1967 se trasladó a la República Dominicana. Ejerció la Dirección de las Relaciones Internacionales del grupo CORPRENSA, hasta 1990. Fue, además, editor responsable de la revista Venezuela & Caribe Internacional, en la década de los noventa.
Colaboró también en Bohemia y en Acción Municipal de Caracas. Mantuvo asimismo una columna dedicada a temas helénicos y filosofía en la revista Isla Abierta, actuando al mismo tiempo como corresponsal internacional del diario Hoy entre 1997 y 2002. [JCSI]
Fuente
Entrevista a Ricardo Torrijos Carmona, 15 de junio de 2009.