“Más libros, más libres”, en efecto, leer nos hace propensos a la libertad, la misma que Joan Maragarit nos dice que es una librería, quizá por eso mismo el primer impulso de los tiranos siempre ha sido primero prohibirlos y luego quemarlos, quizá por eso el nuestro ha sido siempre que a nadie le falte, al menos, medio pan y un libro, como diría Lorca.
Matar un libro, sin embargo, es tan difícil como disparar a una idea. El amor por los libros es un laberinto que construye nuestras circunvalaciones cerebrales y en el que no hay minotauro que amenace, es un refugio lleno de alas y horizontes, que nos llena de pasión, razón y contenidos.
La bibliofilia es una ventana abierta al infinito y en este número de Letra Internacional proponemos mil maneras de llegar hasta ella y, observando, nutrirnos. Leer es algo que siempre hace falta, que no nos falte la lectura que alimenta nuestra mente, que no nos falte la cultura que nos hace más libres.
Luisa Carcedo, Letra Internacional 138/139 (2024)