Durante los días 15, 16 y 17 de enero se celebró en Valencia la Conferencia Nacional de Juventudes Socialistas Unificadas, que debía servir como punto final a la fusión de las juventudes socialistas y comunistas.

En la sala de sesiones del ayuntamiento de Valencia se inauguró la Conferencia presidida por el alcalde Valenciano Cano Coloma, acompañado de Pedro Carrasco, profesor, el secretario general del Partido Comunista de España, José Díaz y por Dolores Ibárruri. También estuvieron presentes los ministros de Estado, Julio Álvarez del Vayo, el de Instrucción Pública, Jesús Hernández, y el de Propaganda, Carlos Esplá. La mesa contó con la presencia del poeta Antonio Machado, quien intervendría más tarde, en julio, en ese mismo lugar con motivo del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Son de este acto de enero las únicas imágenes en movimiento que se conservan del poeta sevillano. Acudieron también representantes de la Internacional Juvenil Comunista, Internacional Juvenil Socialista, Juventudes Republicanas, Juventudes Libertarias, Juventudes Sindicalistas, Juventudes Federales y la Unión Federal de Estudiantes Hispanos.

Ya desde 1935 se habían realizado contactos entre las juventudes socialistas y las comunistas en aras de la creación de una única sociedad juvenil. En marzo de 1936, dirigentes de ambas asociaciones viajaron a Moscú para reunirse con la Internacional Juvenil Comunista. Allí, el día 5 de dicho mes firmaron la unión, un pacto ratificado a la vuelta en la Casa del Pueblo de Madrid. La ejecutiva del PSOE (Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, Manuel Cordero, Anastasio de Gracia y Juan Simeón Vidarte) no estuvo de acuerdo en esta unión.

El 5 de abril de 1936 se realizó un gran acto de presentación de la nueva organización en un mitin en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, con presencia de Largo Caballero, Santiago Carrillo, José Díaz y Trifón Medrano, firmándose en mayo un pacto de unificación entre las FJS y las UJC. Miembros destacados de las JS quedaron fuera de las nueva directiva como Carlos Hernández Zancajo y Segundo serrano, y otros, a finales de 1936, pasaron a militar en el PCE (Santiago Carrillo, Federico Melchor, Serrano Poncela, y José Laín entre otros).

El comienzo de la guerra civil impidió la celebración de un congreso de unificación (previsto para el mes de agosto), provocando que el equilibrio de fuerzas se decantara claramente en favor de los comunistas. La nueva organización se dotó de un órgano de dirección denominado Comisión Ejecutiva Unificada, con sede en Madrid, en la calle Barquillo.

#siempresocialistas