Estas fueron unas elecciones marcadas por las reformas que comenzó a acometer el primer gobierno socialista. El PSOE se enfrentaba a unas urnas que le mostrarían si la población le concedía el aval para continuar con ellas. La amenaza del intento golpista había quedado ya diluida. Eran las primeras elecciones generales después de la incorporación de España a la Comunidad Europea y de la incorporación a la OTAN después del triunfo del “sí” en el referéndum celebrado el 12 de marzo de este año, así como un momento en el que se salía de la grave crisis bancaría que se había sufrido y de los últimos retazos de la importante reconversión industrial acometida. Además, España volvía a tener superávit en la balanza comercial y la inflación había descendido 6 puntos en 3 años, aunque el desempleo había aumentado hasta los casi 3 millones de parados.

En clave de lectura interna eran unas lecciones en las que las tensiones con la UGT iban en aumento. La votación en contra en sede parlamentaria a la Ley de Pensiones por parte de Nicolás Redondo así como la aplicación de las 40 horas laborales demandada por la patronal y, principalmente, los enfrentamientos del Sindicato con el equipo económico del Gobierno y del Banco de España.

Con la duda de si se revalidaría la abrumadora mayoría absoluta conseguida en 1982, frente a la candidatura socialista se encontraban Coalición Popular, el Centro Democrático y Social con Adolfo Suárez a la cabeza, el Partido Reformista Democrático de Miquel Roca y el Centro Democrático de Cataluña como núcleo pero con apoyos en el ámbito liberal y bancario de Madrid y la posterior adhesión de Coalición Canaria y Unión Mallorquina. Esta formación política no obtuvo representación parlamentaria. También se presentaba por primera vez Izquierda Unida, formada por el PCE, la Federación Reformista y el Partido de Acción Socialista. Santiago Carrillo presentó una candidatura aparte, Mesa para la Unidad Comunista, que quedó fuera del arco parlamentario.

El PSOE consiguió 8.901.718 votos, lo que se transformó en 184 diputados y 124 senadores, repitiendo así la mayoría absoluta que ya poseía desde 1982.

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